Los que compran casa a tocateja en efectivo en España ya no son la mayoría. Su porcentaje se ha reducido y son más los que recurren a los bancos a solicitar una hipoteca que les permita financiar la operación. Según datos del Consejo General del Notariado, en agosto de este año el 52% de los compradores de vivienda han pedido una hipoteca, al contrario de lo que ocurrió en el mismo mes del año pasado en que un 48,9% la solicitó. También se ha visto una evolución al alza entre julio y agosto de este año. El séptimo mes el porcentaje de compras de viviendas financiadas fue del 49,6% frente al 52% de agosto.
Este cambio de tendencia ha estado motivado por la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de bajar los tipos de interés dos veces este año, la primera en junio un cuarto de punto y el mismo porcentaje en septiembre.
Estos recortes han provocado una vertiginosa caída del euríbor, que cerró septiembre en el 2,936%, mucho mayor de la esperada. Lo que, a su vez, ha impulsado a los bancos a declararse una guerra de hipotecas con rebajas que están aprovechando los ciudadanos para volver al mercado inmobiliario.
Esta vuelta ha hecho que la concesión de préstamos hipotecarios subiera un 12,2% en agosto respecto a las concedidas el mismo mes de 2023, hasta las 19.795 operaciones, y su cuantía promedio ha sido un 0,05% mayor en tasa interanual, alcanzando los 144.908 euros. En estas compras con financiación, la cuantía del préstamo supuso de media el 73,3% del precio de la casa. En cuanto al coste del metro cuadrado se situó en agosto en 1.599 euros de media, lo que supone un encarecimiento del 4,3% interanual.
Comprar en ‘cash’ pierde fuerza
La vuelta a las hipotecas se ha producido después del freno que experimentó su demanda a partir de junio de 2022 cuando el BCE subió los tipos de interés para doblegar la inflación.
Desde la primera escalada de tipos y el consecuente encarecimiento de las hipotecas, se detectó un incremento en los compradores de vivienda que no solicitaban préstamos hipotecarios se decantaron por una financiación alternativa como “ayuda familiar, utilizar ahorros previos o incluso vender su vivienda para comprar la siguiente”, señala María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa. Todo valía para evitar contratar un préstamo bancario mientras los tipos de interés se mantenían en niveles considerados poco atractivos por los compradores.
Tras la bajada de tipos de este año, el mercado hipotecario ha iniciado un nuevo cambio de ciclo que está rebajando las condiciones de acceso al crédito hipotecario, lo que “mejorará el acceso a la vivienda en el corto plazo”, incide Matos.
Considera que la competencia entre los bancos y la rebaja de las hipotecas como reclamo para atraer a nuevos clientes seguirá impulsando la compra de vivienda y las solicitudes de préstamos en la recta final del año, por lo que prevé que la firma de hipotecas experimente una aceleración.
Miquel Riera, experto en hipotecas de HelpMyCash, también apunta en esta dirección. Cree que la batalla de hipotecas no ha hecho más que empezar y que “es más que probable que más entidades se sumen a este carrusel de rebajas, teniendo en cuenta que se esperan nuevos recortes de tipos del Banco Central Europeo y que muchas querrán acabar el año con un aumento de contrataciones”.