La salud de la princesa Mette-Marit de Noruega ha sufrido un nuevo bache en medio del escándalo que está protagonizando su hijo, Marius Borg. La casa real del país nórdico ha comunicado este viernes que la esposa del príncipe Haakon, que fue diagnosticada de una fibrosis pulmonar en 2018, ha tenido que retomar el tratamiento de su enfermedad.
Como en anteriores ocasiones en las que la princesa se ha visto obligada a tratar esta dolencia crónica, su agenda oficial podría verse afectada en las próximas semanas debido a los posibles efectos secundarios de la medicación que se le administrará, motivo por el que la institución ha comunicado esta noticia.
Desde su diagnóstico, la Corona noruega avisaba de que la princesa tendría que reducir su agenda y podría cancelar algunos de sus compromisos con poca antelación, ya que su trabajo dependería de su salud, que es constantemente monitoreada para mantener controlada su enfermedad.
La princesa Mette-Marit ha participado esta semana en varios eventos con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, unos compromisos en los que se mostraba tranquila y sonriente pese al huracán mediático en el que se encuentra envuelto su hijo, Marius Borg, por las acusaciones de violencia de género por parte de sus exnovias.
La enfermedad de Mette-Marit
En octubre de 2018, la casa real noruega anunciaba que la princesa Mette-Marit se había estado sometiendo a “un exhaustivo examen médico” tras el cual se le había detectado “una variante inusual de fibrosis en los pulmones”.
“Durante varios años he tenido problemas de salud de forma regular y ahora sabemos más sobre lo que implica. Esta condición significa que mi capacidad de trabajo variará. El Príncipe Heredero y yo hemos decidido hacer esto público ahora en parte porque en el futuro habrá necesidad de planificar períodos de tiempo sin un programa oficial para acomodar el tratamiento y cuando la enfermedad esté más activa”, explicó entonces la nuera de los reyes Harald y Sonia.
En estos años, el estado de la princesa ha estado bajo seguimiento del doctor Kristian Bjøro y su equipo, con la colaboración de profesionales extranjeros, en el Hospital Universitario de Oslo. “En el futuro, la princesa deberá someterse a más investigaciones y a tratamientos de prueba”, aseguró Bjøro tras el diagnóstico, apuntando que “en condiciones como las que padece, es habitual que colaboremos con grupos médicos en el extranjero”.
Aunque todavía se sabe muy poco sobre las causas de este tipo de fibrosis, el equipo médico que supervisa a la princesa Mette-Marit considera que su enfermedad no está relacionada con factores ambientales ni con su estilo de vida. Además, el hecho de que fuera detectada en una fase temprana ha permitido que la esposa del príncipe Haakon tenga un buen pronóstico y pueda cumplir con sus compromisos en la mayoría de ocasiones.
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