Cuando nos acostamos, una de las acciones que más repetimos es el gesto de cargar la batería del móvil, con tal de tenerla al 100% a la mañana siguiente. Hace unos años, se hicieron virales las consecuencias negativas que, supuestamente, provocaban el hecho de dormir con el móvil cerca de la cama. Lo cierto es que no hay evidencia científica que afirme que las radiaciones y emisiones que radia un dispositivo móvil causen cáncer ni ninguna otra enfermedad dañina para nuestro organismo. Las emisiones que el teléfono utiliza cuando está en modo ‘stand-by’ son mucho menores a las que se registran durante su uso efectivo, las cuales son, además, inferiores al umbral de tolerancia humano.
No obstante, otra de las acciones que las personas solemos realizar antes de cerrar los ojos es utilizar el móvil en los momentos previos a quedarnos dormidos. Esto se debe a que la luz emitida por el teléfono puede afectar al ritmo circadiano —ciclo natural de cambios físicos, mentales y del comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas—, alterando el descanso de las personas.
La advertencia que deberíamos tener en consideración es la de evitar cargar el móvil encima o cerca de una superficie o materiales que sean fácilmente combustibles, como el colchón, cojines o cortinas. Manuel Pérez, miembro del Cuerpo de Bomberos de Badajoz, en una entrevista a Canal Extremadura, ha argumentado una serie de consejos para evitar incendios, que acaben trágicamente, como el ocurrido recientemente en Guillena (Sevilla). “Cuando lo dejemos en carga, no depositarlo sobre por ejemplo colchones, sillones, o próximos a materiales como cortinas o cojines”. Ante la pertinente pregunta de la periodista sobre depositar el móvil en la mesilla de noche, el profesional de los incendios ha contestado, rotundamente, que “no es recomendable”. “Tenemos que tener la precaución de poner el dispositivo a cargar, manteniendo una distancia prudente de los materiales que sean fácilmente combustibles. Para que en el caso de que se produzca un sobrecalentamiento o un cortocircuito, que no se desarrolle un incendio”.
Si el incendio ya se ha originado, verter agua sobre el dispositivo no hará que se extinga el fuego, pero sí ayudará a “reducir su temperatura”. Otra de las recomendaciones proporcionada por el bombero extremeño es, en el caso de que el dispositivo esté en llamas, retirarlo a una zona exterior o a una terraza. Si lo anterior no es posible, se deberá encerrar el dispositivo electrónico en una habitación, cerrando la puerta, para evitar que las llamas se extiendan por el resto de la casa, y avisar a los servicios de emergencia.
Un móvil desató un incendio trágico que dejó cuatro muertos
Estas recomendaciones se producen tras conocer que, el pasado domingo, un teléfono móvil cargando encima de un sofá fue la causa que originó un incendio en el municipio de Guillena, en Sevilla, por el que fallecieron 4 miembros de una familia. El mal funcionamiento del teléfono y su recalentamiento provocaron la explosión y, luego, la combustión del aparato, que se encontraba depositado en el sofá, en la planta baja de la vivienda. A las 8 de la mañana del domingo, hora en la que se propagó el incendio, se encontraban durmiendo el matrimonio, José Antonio y Antonia, y su hijo de 16 años, Adrián. José Antonio, hijo mayor de 21 años, llegó sobre esa hora a la casa, tras haber salido de madrugada con sus amigos, y se encontró con las llamas propagadas por ambas plantas de la casa. Decidió entrar y auxiliar a su familia, quienes, desgraciadamente, fallecieron por inhalación de humo, después de intentar salir, sin éxito, por la terraza trasera de la vivienda.