Un hombre es detenido por tercera vez en tres días por robar en coches y dice a los agentes que seguirá “trabajando”

En lo que va de año, el arrestado ha consumado 15 delitos y desde la Policía Foral de Navarra aseguran que la situación es “muy frustrante”

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El detenido por el robo (Policía Foral de Navarra)
El detenido por el robo (Policía Foral de Navarra)

Este martes por la noche dos agentes de la Policía Foral de Navarra estaban paseando de paisano por Pamplona, cuando vieron a una persona sospechosa. Era un hombre ya conocido por los diferentes cuerpos de seguridad, por lo que decidieron seguirle para ver qué es lo que tramaba.

Tras un rato vieron como entraba en un garaje y tras revisar los vehículos con una linterna se acercó a uno. Armado con un martillo, rompió uno de los cristales y se llevó los objetos que se encontraban dentro del mismo. Los agentes pudieron ver todo y detenerle en el momento.

El arrestado era un delincuente reincidente, que según explica la Policía Foral, ha sido detenido tres veces en los últimos tres días y en lo que va de año lleva sobre sus espaldas más de 15 delitos consumados de robos en coches. Una vez los agentes le tenían esposado su respuesta fue muy clara: “seguiré trabajando”.

Tras llevar a cabo los trámites pertinentes y escribir el atestado, el hombre ha sido puesto en libertad. Desde el cuerpo que ha llevado a cabo la detención relatan a este periódico que la situación es “muy frustrante”, ya que lleva años delinquiendo lo mismo y no pueden hacer más. Hasta que no acumule una gran cantidad de delitos y la Fiscalía pida su ingreso en prisión, no se puede llevar a cabo el juicio en su contra, además no se le puede devolver a Argelia, su país de origen, porque “no reciben delincuentes”.

El delito de robo con fuerza

El delito del que se le acusa, según viene en el Código Penal, es el de robo con fuerza. Esta infracción se diferencia del hurto principalmente por el empleo de la fuerza, lo que conlleva penas más severas. Según los artículos 237 a 241 del Código Penal, el robo con fuerza se clasifica dentro de los delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico.

Para que se configure el delito de robo con fuerza, deben cumplirse ciertos requisitos. En primer lugar, debe haber un apoderamiento de cosas muebles. Esto significa que el objeto del robo debe ser un bien mueble, es decir, un objeto material que pueda ser desplazado y que no pertenezca al autor del delito. Ejemplos de bienes muebles incluyen mobiliario, vehículos, joyas y dinero. Además, el bien debe ser ajeno, lo que ha generado debates jurisprudenciales sobre casos específicos, como los bienes considerados residuos.

Los objetos requisados al detenido (Policía Foral de Navarra)
Los objetos requisados al detenido (Policía Foral de Navarra)

Otro elemento esencial es el ánimo de lucro, que implica que el autor del delito busca obtener un beneficio del objeto robado. Sin este propósito, no se considera que haya robo con fuerza. Además, el uso de la fuerza es un requisito indispensable, ya sea para acceder al lugar donde se encuentra el objeto o para salir de él. El artículo 238 del Código Penal detalla las circunstancias que constituyen el uso de la fuerza, como el escalamiento, la fractura de puertas o ventanas, el uso de llaves falsas y la inutilización de sistemas de alarma.

Las penas para el robo con fuerza varían según las circunstancias. En general, se castiga con prisión de 1 a 3 años. Sin embargo, si concurren circunstancias agravantes, como el robo en una casa habitada o en un edificio abierto al público, la pena puede aumentar a entre 2 y 6 años de prisión. Estas circunstancias agravantes también incluyen el uso de menores en la comisión del delito o la pertenencia a una organización criminal.

El Código Penal establece que el robo con fuerza es un delito común, lo que significa que cualquier persona puede ser víctima o autor. El bien protegido es el patrimonio, sin importar el valor del objeto robado. La interpretación de las circunstancias que constituyen el uso de la fuerza debe ser restrictiva, según la normativa vigente.

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