Que la Familia Real británica no está pasando por un buen momento no es un secreto para nadie. Desde el cáncer de Kate Middleton hasta las últimas informaciones que apuntan a que desde Buckingham ya comienzan con los preparativos del funeral de Carlos III, ahora se suma una nueva investigación por el fallecimiento de Thomas Kingston en febrero de este año, el marido de Lady Gabriella Windsor, a los 45 años de edad.
La bisnieta de Jorge V sufrió un duro revés a comienzos de año al encontrar a su esposo muerto en el condado inglés de Gloucestershire. Y, al determinarse que se había tratado de una “herida traumática en la cabeza” comenzó una investigación para esclarecer lo sucedido. Ahora, ocho meses después, se publican nuevos detalles que pueden desencadenar en que se reabra el caso.
Los nuevos datos apuntan a que el fallecimiento de Thomas Kingston pudo estar provocado por una nueva medicación que estaba tomando en ese momento. Y es que, el pasado martes 8 de octubre, una audiencia de revisión previa a la investigación que ha estado desarrollando el Tribunal Forense de Gloucestershire ha dado lugar a la revelación de nueva información. Según ha apuntado el abogado Martin Porter KC, a la familia Kingston se le había “informado de que podría haber una conexión” entre el nuevo tratamiento que estaba tomando y su estado mental antes del fatal suceso.
“La investigación no debería limitarse a la causa final de la muerte, que es clara y obvia”, ha opinado el letrado; quien apuntó al tribunal que deberían incluir “el estado mental del Sr. Kingston y si ese estado mental se vio afectado por la medicación que había tomado”. Además, añadió que “en apoyo de mis argumentos, se ha informado a la familia que podría haber una conexión... que su tribunal debería investigar”.
La audiencia se encontraba abierta al público y, en esta, el forense principal de Gloucestershire, Katy Skerrett, ha asegurado que “la reciente prescripción... debería ser parte del alcance. Estoy de acuerdo con el Sr. Porter, sin embargo, advierto firmemente que si se establecerá un vínculo causal es un asunto muy diferente”. Por otro lado, en el lugar se encontraban presentes los padres del empresario financiero y su progenitor prestará declaración en nombre de la familia. Sin embargo, en la audiencia no hubo rastro de la viuda, Lady Gabriella Windsor, en un día tan importante en la investigación de su muerte.
¿Qué se conoce de lo sucedido el 25 de febrero?
En la primera audiencia que se hizo unas semanas después del fallecimiento de Thomas Kingston, la jefa forense de Gloucestershire, Katy Skerrett, informó sobre las últimas horas con vida del marido de Lady Gabriella Windsor. “El Sr. Kingston estaba visitando la casa de sus padres en los Cotswolds. El 25 de febrero de 2024, almorzó con sus padres. Su padre salió a pasear a los perros”, comenzó revelando.
“A su regreso, el señor Kingston no estaba en la casa y, después de unos 30 minutos, su madre fue a buscarlo. Su padre forzó la entrada de un edificio cerrado con llave cuando no pudo obtener respuesta. Encontró al señor Kingston muerto con una herida catastrófica en la cabeza. En el lugar había un arma. Se llamó a los servicios de emergencia. La policía está convencida de que la muerte no es sospechosa”, dictaminó Skerrett sobre la causa de la muerte.
Los sanitarios que llegaron al lugar para atender al yerno de los duques de Kent, indicaron que recibieron una llamada de auxilio en torno a las 6 de la tarde y ,conociendo lo sucedido, decidieron acudir acompañados de la policía: “Fuimos llamados por el servicio de ambulancia el domingo a las 6:25 pm con un informe de la muerte de un hombre de 45 años en una dirección en los Cotswolds. La muerte no se trata como sospechosa y se prepara un expediente para el forense”.
Tras los hechos, la viuda permaneció en silencio y alejada de los medios hasta el pasado mes de junio, cuando reapareció para apoyar a los Windsor junto a la Familia Real británica en las carreras de Ascot. Lady Gabriella llegaba al evento en el mismo carruaje de la princesa Ana, el cual iba detrás del de Carlos III y la reina Camila.