Felipe González se queja de no haber sido invitado al Congreso del PSOE en Sevilla y el partido le reta a ‘autoinvitarse’: “Esto no es una boda”

El PSOE no ha invitado a Felipe González para asistir al Congreso Federal del partido, que se celebrará entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre. Se da el caso de que, además, el órgano máximo de decisión del partido tendrá lugar en Sevilla, la ciudad del expresidente del Gobierno y exlíder socialista, pero Ferraz alega que Felipe González puede autoinvitarse.

Desde la dirección del partido liderado por Pedro Sánchez recuerdan que González es el expresidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE, por lo que tiene la entidad suficiente para acudir al cónclave del partido sin la necesidad de ser invitado oficialmente. Asimismo, aseguran que el partido, por regla general, no invita a nadie: “Esto no es una boda”, añaden fuentes de la Ejecutiva Federal.

De esta manera, la formación de la rosa responde a las declaraciones de Felipe González realizadas este martes en el programa La Noche en 24 horas de TVE, confirmando que no había recibido la invitación para asistir al próximo Congreso Federal. “Probablemente, están hartos de mí”, acuñó el exdirigente sevillano. Ante estas palabras, en Ferraz replican que “quizás está él más harto de nosotros que nosotros de él” para minimizar la evidente fricción entre la vieja guardia del partido, liderada por González, con la dirección actual de la formación de la rosa, encabezada por el presidente del Ejecutivo.

En la entrevista recogida por EFE, Felipe González aseguró que si no le invitan al Congreso Federal del PSOE, no se sentiría agraviado, pero dijo que le gustaría “que hubiera un congreso donde se rindieran cuentas de qué se ha hecho con las resoluciones del congreso anterior, incluida la Declaración de Granada”.

Si la asistencia de González al Congreso Federal del PSOE no está asegurada, mucho menos está encima de la mesa la posibilidad de que intervenga, algo que sí hizo en el anterior Congreso celebrado en 2021 en Valencia. Esa ocasión sirvió para escenificar la unidad en el PSOE, algo que a estas alturas parece una quimera después de las duras y reiteradas críticas vertidas por la vieja guardia del partido contra el presidente del Gobierno por sus pactos con los partidos independentistas catalanes y con EH Bildu.

Dentro de esa división se cuela la fractura interna en el seno de la formación de la rosa por la férrea oposición a la dirección socialista del único barón que cuenta con mayoría absoluta, Emiliano García-Page, cuyas posturas son secundadas por el todavía líder autonómico de los socialistas aragoneses, Javier Lambán. A ello se le suma las denuncias de “desestabilización” vertidas por el secretario autonómico de Castilla y León, Luis Tudanca, quien, junto al líder socialista madrileño, Juan Lobato, ha denunciado las “filtraciones y fuentes” que buscan quitarles de la silla.

En la entrevista televisiva, el exlíder del PSOE animó a no “entrometerse en la función de la judicatura” cuando fue preguntado sobre si cree que hay caso Begoña Gómez o esta causa pretende desgastar al presidente del Gobierno. “Llevamos mucho tiempo cometiendo un error dramático, que es judicializar la política y esto tiene una derivada, que es terminar politizando la justicia y eso sólo se corrige respetando el Estado de Derecho”, explicó.

Asimismo, mostró su preocupación al entender que “entrar en esa dinámica nos está llevando a una polarización inducida de arriba abajo, no nace de la sociedad, que no tiene ese grado de crispación que se refleja en la polarización por arriba”. Esto “quiebra algunos elementos fundamentales como una convivencia respetuosa con el funcionamiento de los poderes del Estado aunque no te guste lo que hagan en un caso o en otro”.

González también se mostró partidario de hacer reformas en la Constitución, pero añadió que una eventual modificación ha de hacerse “con políticas reformistas que nos hagan ganar otros 30 años de convivencia”. “Los ciudadanos siguen votando ‘pónganse de acuerdo’ y los dirigentes políticos dicen ‘no’, de acuerdo en qué, vamos a ir a la periferia de cada uno para ver cómo nos gobiernan los otros. Esto es una broma”, comentó González.