España registra casi 500.000 bajas laborales por salud mental hasta septiembre de 2024 y duran más del doble que el resto

Las incapacidades temporales por cuestiones mentales ya suponen el 7% del total y no se suelen reconocer como enfermedades profesionales

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El sector sanitario es el que más bajas acumula por trastornos mentales. (Hospital de La Paz).
El sector sanitario es el que más bajas acumula por trastornos mentales. (Hospital de La Paz).

Los problemas mentales están cada vez más presentes en el debate público de España por su impacto social y en el mercado de trabajo, ya que es uno de los motivos detrás del aumento de las incapacidades temporales que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones quiere poner remedio flexibilizando las reincorporaciones. Los datos de bajas laborales reflejan un claro crecimiento en los últimos años de la incidencia de este tipo de problemas, que afectan con distinta intensidad por sector de actividad y por género.

Según ha informado la Seguridad Social a UGT mediante una petición de transparencia, en los nueve primeros meses de 2024 se han registrado 468.093 bajas de personas trabajadoras derivadas de problemas de salud mental. Dado que el ministerio no hace publicidad activa de los datos, no se puede comparar con la situación en la misma fecha de otros años, pero el sindicato estima que en 2024 se superarán las 603.521 bajas laborales por trastornos del comportamiento que se registraron en 2023 y que suponen la cifra más alta del periodo analizado, desde 2016.

El crecimiento del número de bajas podría responder al aumento de personas trabajando, que se encuentra en máximos históricos por encima de los 21 millones, pero las ratios reflejan que la incidencia de las incapacidades temporales y, en concreto, de las provocadas por los trastornos mentales, es mayor. Según los datos del ministerio, en el primer trimestre de 2024 se registraron 406,6 millones de horas no trabajadas por enfermedad, lo que produce una ratio de 19,6 horas por afiliado a la Seguridad Social, una proporción solo superada en el primer trimestre de 2022, muy afectado por las bajas por la pandemia.

Además, dentro de las causas de las bajas, las de salud mental ganan peso. Las 468.093 de 2024 suponen el 7,1% del total de bajas registradas, la mayor proporción de todos los años con datos, lo que indica que este tipo de incapacidades temporales han crecido más que el resto (fueron el 5,8% en 2019, antes de la pandemia). Por otra parte, su duración es superior a la media, alargándose una media de 65 días frente a los 28,3 del resto. Durante todos los años de la serie, la duración de las bajas por salud mental siempre ha sido superior a la media.

UGT añade que las mujeres y las personas jóvenes (de 16 a 35 años) son las que acumulan un mayor número de bajas por motivos de salud mental, aunque no desglosa los datos. Y los sectores más afectados en 2024 están siendo actividades sanitarias y de servicios sociales; comercio; hostelería; actividades administrativas; industria manufacturera y educación.

“Se pone en evidencia que en aquellos puestos de trabajo en los que se da el trato con clientes, usuarios, alumnos o pacientes, así como en aquellos menos cualificados que implican unas peores condiciones laborales, se produce una mayor exposición a riesgos psicosociales de origen laboral que desencadenan en problemas de salud mental. Aun así, estas patologías apenas se reconocen como contingencia profesional”, señala el sindicato.

Difícil reconocimiento como enfermedad profesional

Además, la salud mental no está apenas contemplada en la legislación laboral española, lo que complica el reconocimiento y la clasificación de los problemas de salud mental relacionados con el trabajo y obliga a las personas que los sufren a demostrarlos. Los pocos datos disponibles al respecto, recogidos por la Seguridad Social como partes por “desórdenes mentales” causados o agravados por el trabajo, reflejan un aumento desde la pandemia, con 144 en 2023 frente a los 52 de 2020.

UGT considera que la falta de psicólogos en la sanidad pública y en las mutuas de accidentes de trabajo agrava la situación. A fecha de 2023, las 18 mutuas registradas solo disponen de 70 psicólogos y 16 psiquiatras para las 50 provincias y dos ciudades autónomas, lo que significa que hay provincias —y mutuas— que no tienen ningún profesional.

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