Ubicada en la Costa Azahar, en el municipio de Alcalá de Chivert, la pequeña localidad de Alcocéber se presenta como el único enclave de la zona que ha logrado evadir el proceso de urbanización. Así, con más de 10 kilómetros de costa, este paraje presume de las aguas cristalinas que lo bañan y de la naturaleza que lo rodea. De hecho, sus playas vírgenes son las más cautivadoras de la Sierra de Irta, un parque natural destacado por su biodiversidad.
Ahora bien, este destino no es sólo naturaleza, sino también historia, patrimonio y cultura. De hecho, el propio pueblo ofrece un recorrido por la historia templaria a través de sus edificios más emblemáticos. Entre ellos destaca la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, un ejemplo del barroco clasicista valenciano, cuya imponente Torre Campanario, situada junto al templo, se erige como una de las más altas de la Comunidad Valenciana. Por otra parte, el Castillo Templario es otra de las edificaciones más destacadas. Se trata de una fortaleza de origen musulmán construida a finales del siglo XI o principios del XII.
El municipio también alberga la Casa de la Cultura, un edificio renacentista que sirvió como Casa Capitular y prisión durante siglos. Entre otros puntos de interés, la Ermita de San Antonio de Padua, situada junto al litoral, y la Ermita de Santa Lucía y San Benito, en el monte de San Benito, ofrecen una conexión con el entorno natural, brindando la oportunidad de disfrutar de una de las vistas más impresionantes de la provincia.
Las playas de Alcocéber
Entre tanto, si hay algo que ha hecho que Alcocéber se convierta en destino turístico predilecto son sus playas paradisiacas. Todas ellas se distinguen por su diversidad y belleza natural, ofreciendo desde extensos arenales hasta calas escondidas que se integran en el paisaje mediterráneo. De entre todas ellas destaca la Playa del Cargador, con más de 800 metros de arena fina y aguas tranquilas. La Playa Romana es otra de las más sonadas, conocida por su franja de dunas protegidas y su ambiente sereno, que la convierte en un lugar perfecto para relajarse y disfrutar del mar.
Además, el litoral cuenta con calas de aguas cristalinas, como la Cala Blanca y la Cala Mundina, rodeadas de acantilados y vegetación autóctona que invitan a la práctica del snorkel y el buceo.
Cómo llegar
La primera parte del viaje para llegar a Alcocéber en coche comienza en la carretera CV-18, que debe tomarse en dirección norte al salir de Castellón. Una vez aquí, se puede elegir entre dos opciones. La primera es tomar la autopista AP-7. Al optar por esta ruta, es necesario incorporarse en dirección a Barcelona y tomar la salida 44, que conduce a Torreblanca y Alcocéber.
Por otra parte, quienes no quieran tomar la autopista, deberán circular por la carretera N-340. Ahora, hay que tener en cuenta que esta alternativa puede implicar un mayor tráfico. Así pues, habrá que continuar hacia el norte por la N-340 hasta la salida que indica la dirección hacia Alcocéber. Finalmente, al llegar a la salida de Torreblanca, se debe seguir la carretera local CV-142, que conecta directamente con el centro de Alcocéber. El trayecto tendrá una duración aproximada de entre 40 y 50 minutos.