Suspendido un partido de ACB por la humedad en un pabellón con 32 años de antigüedad: los jugadores se resbalaban

Este pasado sábado sucedió algo que no se veía desde hacía mucho tiempo en un partido de la máxima categoría de baloncesto español, la ACB (Asociación de Clubes de Baloncesto). El partido que se disputó entre el Río Breogán y La Laguna Tenerife, disputado en el Pazo Provincial Dos Deportes de Lugo, tuvo que ser suspendido antes de llegar al descanso debido “a la alta condensación” generada por la humedad y goteras que había en el pabellón. Es normal que, en ocasiones excepcionales, algunos partidos sufran ciertos retrasos por problemas técnicos, relacionados con los marcadores o el reloj de posesión. Pero, que el partido tenga que ser suspendido por culpa de deterioros de las instalaciones, es un síntoma de la poca relevancia que se le da a la seguridad del público y los protagonistas, es decir, los deportistas.

Hasta la suspensión definitiva, el partido pasó por dos suspensiones temporales decretadas por los colegiados Fernando Calatrava, Javier Torres y Rubén Sánchez Mohedas, ante las continuas caídas de los jugadores en la cancha. Tras la reanudación del partido, en el segundo cuarto, otra caída sufrida por el jugador David Kramer fue ‘la gota que colmó el vaso’. Los árbitros volvieron a parar el choque y, tras hablar con ambos equipos, se optó por suspender definitivamente el partido.

Después de acabar repentinamente con el partido, el director deportivo y director general del CB Breogán, Tito Díaz y Salva Arco, comparecieron en rueda de prensa, para dar explicaciones sobre lo acontecido. “La ACB ha decretado la suspensión del partido por la excesiva humedad que había en la pista y el riesgo de lesión para los jugadores. La verdad es que la condensación, la gente y la humedad, hacían que el partido fuera un riesgo”, afirmaba Díaz a los periodistas presentes.

Por su parte, el presidente de la ABP (Asociación de Baloncestistas Profesionales), Alfonso Reyes —hermano del histórico jugador de baloncesto del Real Madrid, Felipe Reyes— mostraba su disconformidad por redes sociales. “No se puede jugar con la salud de los jugadores, hay que parar el partido”.

Desde hacía unas semanas, los peñistas y aficionados del Breogán iniciaron una campaña en redes sociales, con el hashtag PorUnPazoDigno, con el que tenían como objetivo visibilizar los problemas de la instalación. Después del aplazamiento, y con la afición todavía dentro del pabellón, se escucharon protestas en dirección al palco, donde se encontraban las autoridades, quienes se deben encargar del mantenimiento del pabellón.

Este pabellón fue inaugurado en 1992 y calificado como “un edificio espectacular para Lugo”. Sin embargo, a pesar del presupuesto destinado de 680 millones de pesetas (algo más de 4 millones de euros), su no mantenimiento durante el tiempo ha llevado al club gallego a esta situación límite.

Existen varias opciones para llegar a una solución. Una inviable: la construcción de un nuevo pabellón. La otra consiste en arreglar, de una vez, los daños que tiene la instalación. De hecho, una empresa gallega comenzó el pasado lunes con la comprobación del estado de la cancha y la ejecución de posibles soluciones. La solución propuesta por la empresa Frisaqués, consiste en la introducción de flujo de aire caliente por debajo de la pista.

Efrén Castro, vicepresidente de la Diputación, propietaria del recinto y, por ende, de su mantenimiento, mostró su convencimiento de la idoneidad de la segunda opción. “Subir un poco la temperatura de la cancha evitaría que la condensación se produzca sobre esa superficie”.