Los problemas se suceden para Marius Borg, el polémico hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega. El joven fue detenido el pasado 4 de agosto en Oslo por una presunta agresión a su novia, además de las acusaciones de otras dos exnovias. Tras quedar en libertad con cargos, el día 13 de septiembre volvía a ser arrestado por saltarse la orden de alejamiento impuesta contra una de sus presuntas víctimas, algo que las autoridades sospechan que ha ocurrido en más ocasiones.
Según ha desvelado varios medios noruegos, la policía está investigando nuevos quebrantamientos por parte de Marius Borg de la orden de alejamiento de su exnovia, una información que Mette Yvonne Larsen, abogada de una de las víctimas, le ha confirmado a Aftenposten.
El citado medio asegura que la orden contra Marius se impuso el pasado 3 de septiembre, en plena investigación de los presuntos delitos de los que se le acusa. Apenas un día después, la policía cree que el hijastro del príncipe Haakon “intentó contactar repetidamente con su exnovia con un número oculto”, motivo por el que volvió a ser detenido el día 13 y puesto en libertad al día siguiente.
Preguntado sobre si Marius se ha saltado más veces la orden de alejamiento, el fiscal Andreas Kruszweski se ha limitado a responder a Aftenposten que “evalúan continuamente la información que reciben”. Por su parte, la defensa de Borg, representada por Oyvind Bratlien, no ha querido pronunciarse al respecto.
Escándalo en la Corona
Aunque la figura del primogénito de Mette-Marit siempre ha suscitado polémica y ha generado más de un quebradero de cabeza en la casa real noruega, lo cierto es que desde este verano el joven protagoniza un auténtico escándalo que ya afecta directamente a la institución, con el papel de la princesa en entredicho tras ser pillada de compras con su hijo en pleno huracán mediático.
Marius Borg fue detenido la noche del 4 de agosto después de que su novia de entonces, Juliane Snekkestad, llamase a la policía tras ser agredida física y verbalmente por el joven en su apartamento. La chica tuvo que ser ingresada con una conmoción cerebral.
Las autoridades impusieron entonces la orden de alejamiento de Marius hacia Julianne durante seis meses. Sin embargo, el día 13 volvía a ser detenido por saltársela y, un día después, fuentes policiales desvelaban a NRK que se habían ampliado los cargos contra el hijastro del príncipe, acusándole de un nuevo caso de lesiones corporales, violencia en relaciones cercanas, amenazas e incumplimiento de una orden de alejamiento.
El revuelo mediático que suscitó esta noticia animó a varias exnovias de Borg a compartir sus experiencias junto a él. Una de sus exparejas, Nora Haukland, publicó un comunicado en redes sociales: “Pensé en mantener la boca cerrada hasta que saliera la declaración de mi ex, y entonces sentí una gran sensación de frustración. Marius habla como si fuera la primera vez que sucede. Pide algún tipo de empatía: ‘Voy a buscar ayuda, estoy luchando’ y todo esto le resultó muy familiar. También me dijo que debería buscar ayuda cuando lo dejé”, dijo en un vídeo en el que, además, confesó que su ex “fue violento” con ella tanto física como verbalmente.
Días después de las palabras de Haukland, la policía noruega detenía a un hombre de 26 años, acusado de amenazar de muerte a la joven para que retirara su denuncia contra Marius, por lo que Nora decidió salir temporalmente del país. “Ahora no estoy en Noruega porque no es seguro. Noruega y Oslo son pequeños y es fácil saber dónde vive alguien”, aseguró.
Esta polémica ha salpicado de lleno a la familia real noruega, pues el propio Borg ha asegurado a la policía que su madre estaba al tanto de sus amistades cuestionables, con las que ha montado fiestas en la residencia real de Skaugum y, según se ha sabido, la princesa llegó a coincidir con algunas de esas personas del entorno de su hijo que, presuntamente, han llegado a sustraer valiosos objetos del palacio.