Vivir con tus padres a los 50 años: cuando no tienes dinero para un alquiler y los bancos ya no te conceden hipotecas

La edad media de las personas que comparten piso en España ha ido ascendiendo desde la pandemia y este 2024 ya casi roza los 35 años

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Mujer observado a través de la ventana. (EFE/Brais Lorenzo)
Mujer observado a través de la ventana. (EFE/Brais Lorenzo)

Me encantaría irme a vivir sola en un alquiler, pero no puedo. Sobre todo, porque no hay [vivienda]”, comienza explicando M. J .F., que prefiere guardar el anonimato, para Infobae España. “El otro día, una amiga, que también está viviendo con sus padres después de separarse, me dijo: ‘¿Oye, y si compartimos juntas? Porque de otra manera no vamos a poder’. Y con la edad que tenemos ya no tenemos ni opción a hipotecas ni a nada”, añade.

M. J. F. tiene 57 años y lleva 10 como empleada de la administración pública. Su salario no es bajo, pero las diferentes circunstancias de la vida —dos divorcios y una pensión vitalicia a su hijo— le han llevado, a sus casi 60 años, a vivir con su madre. Ahora quiere volver a independizarse, pero sabe que, por su economía, solo puede hacerlo compartiendo piso con otras personas, aunque admite que a esa edad ”generalmente quieres estar solo”.

La realidad es que la edad media de las personas que comparten piso en España ha ido ascendiendo desde la pandemia. En 2022, la mayoría de los que compartían vivienda tenían 32 años, en 2023 se elevó hasta los 34, y este 2024 ya casi roza los 35 años, según un informe del perfil de la demandante de piso compartido en España, elaborado por la página web de servicios inmobiliarios, Fotocasa.

Como explica la directora de Estudios y portavoz del portal, María Matos, “el perfil de quienes alquilan una habitación en un piso compartido roza la edad en la que se deja de ser joven. Este colectivo, de casi 35 años, no comparte vivienda por placer, sino por obligación. Además, sabemos que está en edad de emancipación, porque la gran mayoría viene de vivir con sus padres”, y añade que “las razones que llevan a compartir vivienda son los altos precios del arrendamiento y la precariedad laboral, que no permite a los ciudadanos rebajar el esfuerzo salarial de acceso a la vivienda”.

Por ello, cada vez hay más gente, y más mayor, que no puede hacer frente ni a pisos de una sola habitación. M. J. F. advierte de que se ha llegado a una situación en la que es muy común encontrarse a personas mayores de 50 años con este problema: “Hay mucha gente de mi edad que ha tenido que volver a casa de sus padres. Yo conozco a mucha gente y todo el mundo se queja de tener que estar a nuestra edad sin ahorros y sin poder acceder a una hipoteca”, admite.

Pisos en alquiler en Madrid. (Jesús Hellín/Europa Press)
Pisos en alquiler en Madrid. (Jesús Hellín/Europa Press)

El alquiler se come el 35,7% de los ingresos de los arrendadores

Y es que el panorama actual de la vivienda está peor que nunca, tanto el del alquiler como el de la compraventa. Por un lado, los precios del alquiler no tocan techo. La escasez de oferta de viviendas ha elevado de media un 10,2% el coste de las rentas en el último año, según datos de Idealista. Esto ha llevado a que se pague el metro cuadrado a 13 euros, cuando hace 10 años se situaba en los 7,2 euros.

En este contexto, los españoles ya están dedicando más del 35,7% de sus ingresos al alquiler, que es la cifra que estimaba Idealista que dedicaron los arrendadores con los datos del segundo trimestre de 2024.

Y los nuevos compradores destinan el 23% de sus ingresos a la hipoteca

Pero el precio de la adquisición tampoco se queda atrás. Y es que la compra de vivienda ha registrado en septiembre un aumento del 8,7% con respecto al mismo mes del año pasado, alcanzando un nuevo récord histórico, con un coste promedio de 2.182 euros por metro cuadrado en España, según los últimos datos de Idealista. Cifras que se incrementan aún más en ciertas provincias, como Málaga, Madrid o Valencia, que han visto cómo los precios aumentaban más de un 17% en un año.

Con estos costes, también se ha elevado la tasa de esfuerzo para adquirir una vivienda a “niveles preocupantes”, según señaló el portavoz de idealista, Francisco Iñareta. Y es que los nuevos compradores ya deben destinar más del 23% de sus ingresos al pago de la hipoteca, una cifra que, en 11 capitales de España, ya supera el 30%.

La causa de esta situación radica en el desajuste entre una oferta de viviendas insuficiente y una demanda en aumento, que sigue empujando los precios al alza.

Pero M. J. F. cuenta con una dificultad añadida en este campo: la edad. A menudo, las personas de más de 45 años son rechazadas por los bancos cuando solicitan préstamos hipotecarios, o si lo consiguen, suelen ser a pocos años y con unas condiciones peores que al resto, lo que al final tampoco les sirve, especialmente si se cuenta con un nivel bajo de ahorros.

Comprar una vivienda se ‘come’ el salario íntegro de hasta 19 años tras la subida de precios y del coste de construcción.

No hay ayudas para los más mayores

La administración, tanto a nivel nacional como regional, cuenta con una serie de ayudas a la vivienda, tanto para el alquiler como para la compra, pero siempre dirigidas a los jóvenes que no tengan otra vivienda, como los avales ICO, el Plan Vive o el bono social del alquiler.

Aunque es cierto que estas personas son las que más difícil lo tienen para acceder al mercado inmobiliario, M. J .F. denuncia que también debería tenerse en consideración a las personas más mayores, cuyas circunstancias, a menudo, también pueden haberles llevado a no tener dinero ahorrado con el que vivir de manera independiente.

“En mi caso, por ejemplo, no voy a poder acceder a ningún tipo de ayuda social de la vivienda. Primero porque son hasta 35 años, y a lo mejor tienen que contemplar ayudar a gente de 50. Que sí, que tengo una vivienda heredada, pero ¿si no puedo hacer uso de ella porque hay otros herederos y tienen otros intereses? Es que ahí se abre un mundo de circunstancias que todavía no están contempladas y sí que es mayoritaria en mi generación de los baby boomers”, finaliza.

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