Las dos pequeñas empresas que ya reducen la jornada laboral: “Hay que hacer viables los negocios con menos horas”

Ingreen y Descontrol Editorial cuentan con una subvención del Ministerio de Industria y tendrán que mantener la reducción del tiempo de trabajo al menos hasta 2026. Defienden que la iniciativa mejora el bienestar de los trabajadores y han diseñado medidas para aumentar la productividad

Guardar
Una persona trabajando. (Freepik)
Una persona trabajando. (Freepik)

En pleno debate sobre la reducción de la jornada laboral legal a 37,5 horas sin recorte salarial, varias empresas han puesto en marcha sus propias iniciativas, y entre ellas se encuentran incluso pequeños y medianos negocios que suelen presentar más dificultades para reducir el tiempo de trabajo. Según el estudio Jornada y Horarios de Trabajo, que aporta los últimos datos oficiales por tamaño de empresa, las jornadas largas son más frecuentes en las empresas pequeñas, por lo que la reducción es un reto aún mayor. El 27,7% de las compañías que tienen entre 1 y 10 empleados hacían más de 40 horas semanales en 2011, en contraste con el 15,5% de las empresas grandes.

Pese a tener este punto de partida más alejado, las pymes que están optando por reducir la jornada justifican la decisión por la mejora del bienestar de los trabajadores y plantean compensar el menor número de horas con aumentos de productividad. Es el caso de Ingreen Innovación SL y Descontrol Editorial e Imprenta SCCL, dos empresas industriales de 25 y de nueve trabajadores, respectivamente, que han sido seleccionadas por el Ministerio de Industria para poner en marcha proyectos piloto de reducción de la jornada laboral.

Ingreen, nacida en 2017, se dedica a la ingeniería y la consultoría en el sector de la construcción y en 2023 inició una experiencia piloto para implantar una jornada laboral de cuatro días. “Intentamos ser un poco transgresores”, explica el director de la empresa, Alex Garate, respecto al proyecto de reducción, que comenzó con un plazo inicial de seis meses y se ha ido prorrogando desde entonces. Toda la plantilla se sumó a trabajar 36 horas efectivas semanales, cuatro menos que el máximo legal, pero haciendo nueve horas de lunes a jueves. Este diseño se completa con la inclusión de un viernes al mes de labores relacionadas con alguna actividad de voluntariado, aunque se convertiría en un viernes de trabajo al mes para los trabajadores que optaran por no adherirse. Además, la empresa tiene el compromiso de reducir un poco más la jornada, acercándose a las 32 horas semanales.

El planteamiento de Descontrol Editorial, una cooperativa de trabajo asociada creada en 2019, es similar, aunque está en los momentos iniciales de implantación. Según explica Héctor, uno de los miembros de la editorial colectiva, la plantilla ha realizado hasta ahora la jornada laboral estándar del convenio de artes gráficas (1.768 horas al año) en semanas de unas 35 a 40 horas, dependiendo del momento del año. “No teníamos una política de reducción de jornada, aunque sí mucha flexibilidad horaria”, añade. El plan actual es reducir la jornada laboral un 30%, por lo que se situará en 1.237 horas anuales, 27 horas semanales en cómputo anual.

Ambas empresas esperan que esta medida repercuta positivamente sobre los trabajadores. “Creemos que va a suponer una gran mejora de las condiciones laborales y, por lo tanto, de la satisfacción de todas las trabajadoras. La reducción ayudará a que el trabajo no sea el epicentro de la vida. Evidentemente seguirá siendo una parte importante, pero podremos vivir y conciliar mejor nuestro tiempo libre, responsabilidades y trabajo”, señala Héctor. Desde Ingreen añaden otra repercusión positiva adicional: “Somos una empresa con personal bastante especializado, por lo que hay rotación. El personal dedicado a temas de digitalización está muy cotizado y así estamos consiguiendo retener y atraer talento”, argumenta Garate.

Respecto a la productividad y a la facturación, ambos negocios han adoptado medidas. En Ingreen están reduciendo “tiempos muertos de procesamiento” a través de nuevas herramientas de digitalización que permiten “monitorizar mucho mejor los proyectos” con el fin de aumentar la productividad por hora y compensar así la reducción de horas trabajadas. En Descontrol Editorial señalan que el objetivo mínimo en cuanto a la facturación es mantenerla para considerar “un éxito el proyecto” y que van a implementar algunos cambios en los procesos de producción para hacerlos más eficientes.

¿Es viable reducir la jornada en todas las empresas?

El Ministerio de Industria, a través de la Escuela de Organización Industrial (EOI), ha adjudicado las ayudas para reducir la jornada a tres pymes más, Indesa, Artemasol y Cachiman Grafic, pero ninguna ha querido hacer declaraciones al respecto. Incluso una de ellas confirma a Infobae España que tiene “parada” la implementación del proyecto. Además, las solicitudes de 37 empresas han sido desestimadas, la mayoría por tener falta de “viabilidad económica y financiera”, explican desde Industria.

Las subvenciones han tardado más de lo previsto en adjudicarse. El 11 de octubre de 2023 finalizó el plazo de cinco meses para resolver la convocatoria, pero no fue hasta el 20 de septiembre de 2024 cuando el Ministerio anunció la resolución. No obstante, ninguna concesión ha sido publicada todavía en la Base de Datos Nacional de Subvenciones, un requisito obligatorio de transparencia.

Así son las empresas que redujeron la jornada laboral a cuatro días: “Funciona tanto la productividad como la conciliación, vivimos mejor”.

Según la convocatoria, la reducción de la jornada en las empresas subvencionadas tendrá una duración mínima de 24 meses desde la fecha de resolución de la concesión y las cinco empresas elegidas recibirán en total casi 530.000 euros. Este importe servirá para paliar los costes asumidos por la empresa para implementar la reducción de la jornada y para que a medio plazo generen un incremento de productividad.

La expectativa tanto de Ingreen como de Descontrol Editorial es consolidar la reducción de jornada, y ambas opinan que la fórmula es extensible al tejido productivo español. “Creo que hay que replantear un poco el modelo de negocio, que requiere tales cargas intensivas de horas para hacer viables las empresas. Hay que intentar darle la vuelta, hacer viables los negocios con menos horas”, señala Garate, a la vez que considera que la reducción es “extrapolable a otras empresas”, aunque cada sector y tipo de negocio tenga características distintas. Descontrol Editorial coincide: “En relación con la extensión de este tipo de experiencias, creemos que en la gran mayoría se podrían llevar a cabo y que lo único que lo impide es la codicia empresarial”.

Los proyectos piloto que finalmente se pongan en marcha servirán para hacer un estudio comparativo con otras iniciativas similares a nivel internacional y la realización del mismo se encuentra ya en proceso de licitación pública. La finalidad de este informe será analizar el impacto ex post de la reducción en los diferentes sectores, puestos de trabajo y tipologías de proyecto para obtener conclusiones y recomendaciones técnicas de cara a otras iniciativas y a políticas públicas.

Guardar