El absentismo laboral se ha convertido en un problema en aumento en España. Cada día, una media de 1,4 millones de personas no acuden a su trabajo, de acuerdo con el último informe de Randstad Research, y esto conlleva un impacto económico significativo para las empresas. En 2023, el coste del absentismo laboral para las compañías españolas superó los 12.245 millones de euros, lo que representa un incremento de casi un 20% respecto al año anterior y un aumento superior al 74% en los últimos cinco años.
En este contexto, el Gobierno ya está en negociaciones con los agentes sociales para mejorar la gestión del absentismo laboral y la incapacidad temporal. Por ello, esta semana, el Ejecutivo ha propuesto crear un nuevo tipo de baja laboral: la baja flexible.
La ministra Elma Saiz ha explicado que la reforma de la Incapacidad Temporal (IT) permitirá a los trabajadores reincorporarse voluntariamente antes de recibir el alta médica, si su situación lo permite, lo que evidencia que el atasco en la sanidad pública está retrasando las incorporaciones de algunos trabajadores tras un proceso de baja.
Saiz menciona que esta flexibilidad sería útil, por ejemplo, en casos de recuperación de enfermedades graves, como el cáncer, donde el trabajador podría reincorporarse voluntariamente a su puesto, garantizando su salud y seguridad. Además, la reforma contemplaría situaciones de pluriempleo, permitiendo que el trabajador pueda desempeñar algunos de sus trabajos mientras sigue en baja para otros. No obstante, la ministra ha insistido en que pretende efectuar esta reforma “desde el consenso” en el diálogo social. Aunque los sindicatos ya han criticado la propuesta.
Ante este contexto, cabe preguntarse cuáles son las causas de que haya aumentado tanto el número de bajas laborales.
Listas de espera de la sanidad pública
Uno de los principales motivos por los que a menudo se concentran las bajas de los trabajadores es el atasco en la sanidad pública. Según afirmó el pasado año el secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, que haya una mayor duración de las bajas por IT que antes, “indudablemente tiene que ver con problemas que existen en servicios públicos de salud”.
Una cuestión que, un año después, parece no haberse solucionado, a pesar de que el político avanzara que el Gobierno estaba trabajando para que los medios asistenciales de las mutuas se aprovechen en “apoyar a los servicios públicos de salud” y así “favorecer la recuperación de los trabajadores”.
Cuantos más empleados trabajando, más bajas...
Este 2024, la tasa de empleo ha llegado a caer a su menor nivel en los últimos 16 años. Como explica José Manuel Vicente Pardo, director de la Cátedra Internacional de Medicina Evaluadora y Pericial de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, y jefe de la Unidad Médica del Equipo de Valoración de Incapacidades de Gipuzkoa, “La variabilidad económica pesa de forma relevante sobre el absentismo por incapacidad temporal, disminuyendo en la crisis y elevándose con la mejoría económica”.
“En época de crisis hay menor tendencia al absentismo, se dice por la inseguridad mayor del empleo en estas circunstancias y en época de bonanza pareciera existe menor miedo al despido. De hecho, el repunte de la IT es un marcador de recuperación económica”, argumenta en su investigación La gestión de la incapacidad laboral algo más que una cuestión económica.
Es decir, en tiempos de crisis, el temor al despido y la incertidumbre sobre volver a encontrar trabajo llevan a muchas personas a soportar más las enfermedades que padecen, evitando solicitar bajas. En cambio, cuando el mercado laboral es sólido, el miedo a ausentarse disminuye, y los empleados se sienten más seguros al pedir bajas por enfermedad.
Envejecimiento de la población
El mercado laboral en España refleja un progresivo envejecimiento de su población trabajadora, con más del 50,1% de las personas ocupadas superando los 45 años, un aumento de 10 puntos en la última década, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Esto supone que 10,8 millones de empleados en el país tienen más de 45 años, lo que representa a la mitad del total de 21,6 millones de trabajadores que hay en el país. Hechos que, además, se deben a la pésima tasa de empleo juvenil que atraviesa España desde tiempos ya inmemoriales.
La realidad es que, a medida que avanza la edad, aumenta la probabilidad de desarrollar problemas de salud. Con el envejecimiento, el riesgo de sufrir enfermedades crónicas o trastornos que afecten la capacidad laboral se incrementa, lo que puede traducirse en un mayor número de bajas médicas.
Concienciación de la salud mental
Como explica la Universidad de Sevilla, las bajas laborales relacionadas con problemas de salud mental entre los trabajadores han aumentado un 118% entre 2016 y 2023, y las estadísticas arrojan una duración media de estas bajas asociadas a la salud mental de 108 días. Unos datos a los que, además, ha influido mucho la pandemia.
La precariedad de las condiciones, la sobrecarga de trabajo, la dificultad de conciliación o la discriminación por cualquier motivo son algunos de los factores de riesgo de desarrollar ansiedad laboral. Además, el tener una mayor concienciación sobre la salud mental, ha supuesto que se tome más en serio el tema y la gente aguante menos.
Motivos más comunes de las bajas laborales en España
Según un estudio de Infojobs, hay una serie de circunstancias que están afectando en mayor medida al día a día de empresas y trabajadores, como son:
- Enfermedades respiratorias: Las enfermedades respiratorias, como la gripe, resfriados y otras afecciones del sistema respiratorio, son una de las principales causas. Factores ambientales, como la contaminación, el polen y otros alérgenos, agravan estas enfermedades, especialmente en los meses fríos, cuando los virus son más comunes. La falta de medidas preventivas, como una adecuada ventilación en el lugar de trabajo, también incrementa el riesgo de contagio. Por ello, para reducir la incidencia de estas bajas, las empresas deben mejorar la calidad del aire en interiores, fomentar la higiene personal y ofrecer programas de vacunación contra la gripe, contribuyendo así a limitar la propagación de enfermedades respiratorias entre los empleados.
- Trastornos musculoesqueléticos: como lesiones de espalda y síndrome del túnel carpiano, son una causa común de bajas laborales, frecuentemente relacionadas con una mala ergonomía en el trabajo. Factores como posturas inadecuadas, falta de descansos y uso incorrecto de equipos contribuyen a estos problemas. Para prevenirlos, las empresas deben realizar evaluaciones ergonómicas, ajustar condiciones laborales y promover el uso adecuado de equipos, rotación de tareas y descansos activos.
- Estrés laboral: El estrés laboral provoca numerosas bajas en España, afectando tanto la salud mental como física de los empleados. La sobrecarga de trabajo y el desequilibrio entre vida personal y laboral son factores clave. Por ello, las empresas deben fomentar un equilibrio saludable, ofrecer apoyo emocional y recursos para gestionar el estrés, lo que ayuda a prevenir este tipo de bajas.
- Enfermedades infecciosas: Las enfermedades infecciosas, como la gastroenteritis, siguen siendo una causa común de bajas laborales en España debido a la fácil propagación en espacios compartidos y la falta de higiene adecuada. Para prevenirlas, las empresas deben implementar medidas como desinfectantes de manos, limpieza regular y promoción de buenas prácticas de higiene
- Lesiones deportivas y accidentes no laborales: Aunque ocurren tanto dentro como fuera del trabajo, su prevención requiere medidas generales de seguridad. Las empresas pueden ayudar a prevenir estas lesiones ofreciendo instalaciones seguras, promoviendo el calentamiento adecuado y fomentando la seguridad en todas las áreas de la vida de sus empleados. Fomentar una cultura de salud y seguridad puede reducir notablemente las bajas por estas causas y generar un ambiente laboral más seguro.