A lo largo de los 35 años que Mar Jiménez trabajó en el sector de la hostelería como camarera de piso en hoteles calcula que habrá hecho más de 50.000 camas y que habrá escurrido bayetas más de un millón y medio de veces. Un trabajo a destajo que, al igual que a otras muchas de sus compañeras, le ha provocado daños irreparables en la salud, tanto que desde los 61 años tiene reconocida la incapacidad por enfermedad común. Conocidas como las ‘kellys’, que proviene de “las que limpian”, estas mujeres se encargan de adecentar unas 30 habitaciones al día, por lo que apenas tienen unos minutos por cada estancia. Hartas de esas condiciones precarias, piden al Gobierno que se consideren sus enfermedades laborales y se les reconozca “el derecho a una jubilación digna y anticipada”, o de lo contrario, advierten, iniciarán una huelga. Así se lo trasladarán este viernes a los diputados en el Congreso.
La gota que colmó el vaso, cuenta esta trabajadora a Infobae España, es que la Seguridad Social haya reconocido la jubilación anticipada para trabajadores como profesionales taurinos, artistas o personal de vuelo de trabajos aéreos, mientras ellas “siguen quedándose fuera” de esa lista. La edad de jubilación en España se sitúa actualmente en los 66 años y 6 meses si la persona tiene menos de 38 años cotizados y, en caso de que acumule esos años o más, podrá jubilarse a los 65. Sin embargo, hay una serie de profesionales como las mencionadas anteriormente que pueden acceder a la jubilación anticipada sin que se les penalice, de forma que, aunque hay excepciones, por lo general esos profesionales se pueden retirar a partir de los 60 años.
Desde la Coordinadora nacional de las ‘kellys’ recuerdan que solo el 5% de ellas llegan en activo a la jubilación actual, mientras que el resto “enlazan bajas por enfermedades o dejan de trabajar por imposibilidad física o psíquica”, aumentando así la feminización de la pobreza.
“Entendemos que esas personas se pueden jubilar antes porque hay un desgaste físico importante, pero a nosotras nos siguen dejando fuera porque somos mujeres. En esta sociedad los ciudadanos de primera son los hombres, son ellos quienes consiguen jubilaciones anticipadas como vemos con los bomberos y policías, y detrás estamos las mujeres. Por eso el baremo de enfermedades profesionales también es de hombres”, dice indignada Mar, que a sus 62 años acumula una lista de enfermedades: 4 hernias, tendinitis crónica, quistes de tarlov y “los dos metatarsianos para operar”. En su caso llegó a tomar hasta diez pastillas al día para poder afrontar los dolores y aguantar la jornada, al igual que les ocurre a muchas de estas profesionales.
De hecho, las enfermedades que generalmente padecen las camareras de piso son musculoesqueléticas y psicosomáticas debido al estrés y la ansiedad que soportan en su trabajo diario. Este mismo verano el Instituto de las Mujeres denunciaba las duras condiciones laborales de estas trabajadoras al recordar que están expuestas a riesgos como “posturas forzadas, tensión e incluso envejecimiento acelerado”, además de unos contratos marcados por la precariedad y la temporalidad, lo cual afecta a su independencia económica y condiciones de vida y salud.
“Son los hoteles quienes deben contratarnos”
Por todo ello, tras casi una década de lucha, las ‘kellys’ siguen reclamando que sean los hoteles quienes las contraten para limitar las externalizaciones, así como exigen regirse por el convenio de hostelería, que les brindaría unas mejores condiciones laborales. “Las empresas que en la actualidad hacen los contratos son de servicio y se acogen al convenio de limpieza, ni siquiera al de hostelería, lo cual es ilegal y el salario, además, es menor”, señala. “Si somos el 33% del trabajo estructural de un hotel, que nos contrate el hotel”.
Aunque saben que no pueden convocar una huelga, también recuerdan que cuentan con el apoyo de sindicatos como CNT y CGT, por lo que no descartan esa opción. “Si no lo quieren hacer por las buenas, será por las malas. Si no mejoran nuestras condiciones laborales y no hay jubilación anticipada, pararemos la hostelería unos días”, asegura. De momento, este viernes Mar aprovechará la invitación a la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones frente al Congreso para presentar a algunos diputados sus reclamaciones por escrito y recordarles que necesitan que “las autoridades actúen”.
“Ya no nos vale que nos sigan dando la espalda pese a demostrar continuamente la toxicidad y la peligrosidad de profesiones como la nuestra o la de cuidadoras, muchas de ellas también migrantes, porque también queremos recordar que todos los veranos muere alguna compañera en su puesto de trabajo, tenemos ese índice de morbilidad y mortalidad y, aún así, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones no nos reconoce”, resume el comunicado de la Coordinadora nacional de las ‘kellys’.