El recién anunciado acuerdo entre el Gobierno y EH Bildu para reformar la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza, ha sentado como un jarro de agua fría en el Cuerpo. El nuevo texto de la norma acabará con el uso por las fuerzas de seguridad de las pelotas de goma y rebajará la penalización de la desobediencia, que pasará de ser infracción grave a leve.
Sobre este último punto del acuerdo, desde el sindicato Jupol “un misil en la línea de flotación del principio de autoridad de la Policía Nacional, algo que vemos que ya prácticamente se ha perdido”. El portavoz nacional del sindicato, Ibón Domínguez, subraya en declaraciones a Infobae España que “cuando se legisla para dejar reducidas a la mínima expresión tanto las faltas de respeto como la desobediencia a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los policías vamos a trabajar en la calle tras eliminarse ese principio de autoridad”.
El contenido del acuerdo, al que ha tenido acceso este medio, expone que se sancionará como infracción leve -antes como grave- por desobediencia “los insultos o injurias cuyo destinatario sea un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones de protección de la seguridad, cuando estas conductas no sean constitutivas de infracción penal”.
Otro de los puntos del acuerdo es la “sustitución progresiva del uso de los proyectiles cinéticos denominados balas de goma por otros menos lesivos”. Sobre este asunto, que encalló en el pasado la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, el portavoz de Jupol opina que se trata de “un tiro en el pie” porque otros medios como las bolas de foam “son más complicadas de dirigir y más lesivas”, por lo que “limitará el trabajo de los agentes de orden público”. Añade que las pelotas de goma se utilizan en “casos puntuales” y constituyen “el último recurso” en situaciones de riesgo para los agentes.
Devoluciones en caliente
El tercero de los puntos clave del acuerdo entre el Gobierno y EH Bildu es una reforma de la Ley de Extranjería para asegurar que en las fronteras de Ceuta y Melilla las solicitudes de asilo de personas migrantes se tramitarán de forma previa al proceso de expulsión inmediata, coloquialmente llamado devolución en caliente. Ibón Domínguez asevera que de esta forma “el Gobierno y el Estado se van quedar sin herramientas para poder devolver a toda esa gente cuando haya saltos masivos”.
Por su parte, Confederación Española de Policía (CEP) ha asegurado que el citado acuerdo, en concreto la eliminación de las pelotas de goma, supone “el mayor ataque a la operatividad que han sufrido los profesionales de la seguridad pública en toda la democracia”. En un comunicado, el sindicato denuncia que “es tan grave que constituye un evidente intento de desmantelar el modelo de orden público español -admirado por cuerpos de seguridad de todas las democracias europeas- y situarlo en un punto de no retorno para que los comportamientos violentos en la calle puedan abrirse paso en medio de la más escandalosa impunidad”. Desde el CEP subrayan que Fernando Grande-Marlaska “no puede continuar ni un minuto más siendo el ministro del Interior” tras este acuerdo.