El Gobierno alerta del aumento de incautaciones de clefedrona, la nueva droga de diseño que circula por los festivales del país

Cada año surgen nuevas drogas, algunas de ellas producto de la combinación de otras ya existentes. Una de las sustancias de uso recreativo que han sido detectadas en los últimos años en España es el 4-CMC o clefedrona. Se trata de un estupefaciente de tipo psicoactivo, similar al MDMA, con un impacto principal en festivales y otros tipos de eventos de ocio. El pasado verano estuvo presente en el festival Primavera Sound de Barcelona, uno de los más importantes del país.

El Gobierno, a una pregunta realizada en el Congreso de los Diputados por Vox, ha alertado del “aumento en el número de notificaciones de incautaciones” de esta droga por parte de las fuerzas de seguridad. En la respuesta escrita del Ejecutivo, consultada por Infobae España, se concreta que el Sistema de Alerta Temprana de la Unión Europea registró el pasado año un aumento del 676% de las incautaciones en todo el continente. En el año 2023 se notificaron 582 detecciones de 4-CMC de un total de 9.087 notificaciones en comparación con las 75 del total de 6.951 notificaciones en 2022.

Por el momento, no existen datos específicos sobre el consumo o la circulación en España de la clefedrona, que fue incluida a finales del año 2021 en la lista II del Convenio de las Naciones Unidas de 21 de febrero de 1971 sobre sustancias psicotrópicas. Apenas un año después, a comienzos de mayo de 2022, la Policía Nacional realizó la primera incautación de esta droga, en concreto una cantidad de 20 kilos en Burgos en el marco de una operación internacional en la que colaboraron la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) y la Policía Nacional de Países Bajos. El cargamento de 4-CMC procedía de Ámsterdam y su responsable era una mujer de origen búlgaro que controlaba un almacén de droga en Países Bajos y que estaba bajo el mando de una figura clave en el tráfico de drogas neerlandés.

El Ministerio del Interior detalló en un comunicado que esta sustancia “aumenta la concentración neuronal del neurotransmisor dopamina”, por lo que sus consumidores “describen efectos similares a la de otros estimulantes, particularmente parecidos a los efectos producidos por el MDMA, incluyendo aumento del estado de ánimo y de la sociabilidad”. En cuanto a sus efectos adversos, el uso de 4-CMC se asocia con contraindicaciones típicas de drogas estimulantes como “taquicardias, agitación y movimientos espasmódicos, además de otros riesgos que incluyen fallo cardíaco y psicosis”.

El nombre de la clefedrona volvió a salir a la luz el pasado verano después de que la empresa Energy Control alertase de su hallazgo en el festival Primavera Sound de Barcelona. En esta ocasión, la sustancia fue vendida como supuesto MDMA, en forma de pastilla cuadrada de color rosa y con el logo de una marca reconocida de ropa. Energy Control explicaba que el estupefaciente fue “pareció por primera vez en el mercado en 2014, junto con su isómero, la 3-CMC, y fue fiscalizada a nivel internacional en el 2020″.

La entidad advertía de que “se desconocen los riesgos del consumo de 4-CMC a largo plazo, ya que esta sustancia ha aparecido recientemente en el mercado. Sin embargo, todo apunta a que estos serían similares a otras sustancias de la familia de las catinonas, así como los efectos no deseables de la anfetamina o la MDMA”.