Cuándo se puede poner el ciclo rápido de la lavadora: un error muy común

Su uso inadecuado puede llevar a resultados insatisfactorios o incluso dañar las prendas. Aunque no suele superar los 30 grados de temperatura, es ideal para ciertas situaciones específicas, pero no para todas

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Una lavadora. (VisualesIA-Infobae)
Una lavadora. (VisualesIA-Infobae)

El ciclo rápido de la lavadora, que suele durar entre 15 y 30 minutos, es una opción popular para quienes buscan ahorrar tiempo en el lavado de ropa. Sin embargo, su uso inadecuado puede llevar a resultados insatisfactorios o incluso dañar las prendas. Este ciclo, que no suele superar los 30 grados de temperatura, es ideal para ciertas situaciones específicas, pero no para todas.

El ciclo rápido es particularmente útil para lavar ropa recién comprada que necesita ser lavada sin someterla a un lavado prolongado. Para este propósito, tal y como recomienda el medio italiano Piano Lauree Scientifiche, es mejor usar detergente líquido y una lejía suave para prendas de color. Además, es adecuado para ropa que no esté demasiado sucia y que haya sido usada por poco tiempo, ya que el ciclo corto puede dejarla como nueva sin desgastarla.

Otro uso recomendado del ciclo rápido es para lavar bañadores, especialmente en verano o antes de guardarlos para el invierno. Este programa ayuda a preservar el tejido de los bañadores mientras los higieniza. Asimismo, es útil para la ropa interior, puesto que permite su limpieza sin maltratarla. En el caso de la ropa deportiva utilizada para el gimnasio, combinar el ciclo rápido con lejía suave puede garantizar una higienización efectiva en poco tiempo.

Sin embargo, el ciclo rápido no es adecuado para todas las prendas. Por ejemplo, la ropa blanca que requiere una desinfección profunda necesita un ciclo más largo a 60 grados. De igual manera, la ropa de color que esté excesivamente sucia debe ser lavada en un ciclo largo a 30 grados, añadiéndole una lejía desinfectante suave para eliminar las bacterias.

El uso correcto del ciclo rápido no solo ayuda a mantener la ropa en buen estado, sino que también contribuye a reducir el consumo de electricidad, lo que puede reflejarse en una factura mucho más barata final de mes. Conocer cuándo y cómo utilizar este programa puede ser un verdadero salvavidas en muchas ocasiones, y así evitar errores comunes y maximizar su eficiencia.

Otros errores comunes al poner la lavadora

El uso incorrecto de la lavadora puede acortar su vida útil y afectar a la calidad del lavado. Entre los errores más frecuentes, recogidos por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), se encuentran el no tratar las manchas antes de lavar, lo que puede hacer que persistan e incluso se fijen más con el calor del secado. Para evitarlo, es recomendable aplicar un quitamanchas o detergente concentrado antes de introducir la prenda en el tambor y lavar a la temperatura adecuada de cada prenda.

Otro error frecuente es sobrecargar la lavadora. La ropa necesita espacio para moverse dentro del tambor y permitir que la lavadora realice su función de manera eficiente. Lo mejor es dejar un espacio libre equivalente al tamaño de una mano entre la ropa y la parte superior del tambor.

La clasificación de la ropa también es crucial. Mezclar prendas de diferentes colores y tejidos puede causar desteñidos y daños. Es recomendable separar la ropa blanca de la de color y clasificarla según la temperatura de lavado indicada en la etiqueta.

Además, el uso incorrecto del detergente y suavizante es otro problema. Usar demasiado producto puede dejar residuos en la ropa y desperdiciar dinero. En estos casos, se deben seguir las instrucciones del fabricante para determinar la cantidad adecuada según la suciedad de la ropa y la dureza del agua.

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