Un desahucio descubre una importante red de falsificaciones en Francia: había 2.000 prendas de marca en el interior

El casero llamó a la policía tras el reiterado impago de la inquilina, que ni siquiera se encontraba en la casa cuando los agentes entraron en el apartamento

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Algunos objetos falsificados. (Europa Press/Imagen
Algunos objetos falsificados. (Europa Press/Imagen de archivo)

Los desahucios son una realidad cotidiana en nuestro país. Más de 7.000 se realizaron en nuestro país solo en 2023, reflejo la vulnerabilidad económica y social de una importante parte de la población española, así como de la avaricia de unos pocos. Han sido objeto de debate, e incluso un importante componente en la próxima huelga de alquileres que ha convocado el Sindicato de Inquilinas en Madrid. Con todo, en ocasiones los desahucios también acaban con resultados inesperados, ya sea por una repentina interrupción o por su efectivo cumplimiento, que puede incluso conducir a un hallazgo inesperado.

Esto es algo que ha podido verse en el municipio francés de Pompignac, en el departamento de Gironda. El propietario llevaba mucho tiempo sin recibir el pago de las facturas por parte de la inquilina y, harto ya de la situación, tomó la decisión de contactar con la policía y lograr que esta se movilizara para desocupar la casa. No obstante, nada más cruzar la puerta, los gendarmes se encontraron con que ella no estaba, pero cuando un joven les abrió la puerta, dieron con un negocio ilegal de gran calado.

2.000 objetos de ‘valor’

Descubrieron que el interior del pequeño apartamento estaba lleno de cajas de zapatos. Había casi 200, tal y como recoge el medio galo Sud Ouest. Dentro había bolsos, cinturones, clutches, cinturones, y todo tipo de artículos de moda. También complementos, como sombreros o gorras, e incluso centenares de chándales, abrigos, polos, perfumes y relojes. Todas estas prendas llevaban el nombre de marcas caras y prestigiosas, pero al analizar más de cerca cada objeto, vieron que se trataba de falsificaciones: de 2.000 falsificaciones, para ser exactos.

Este tipo de componentes se caracterizan por asimilarse mucho a los productos originales y venderse a un precio mucho más bajo. Este coste hace que tal vez no se piense en el lucrativo negocio que suponen. En España, se calcula que genera pérdidas de unos 5.700 millones de euros cada año, provocando la pérdida de casi 45.000 puestos de trabajo. A nivel de la Unión Europea, estaríamos hablando de 50.000 millones de euros anuales y de 416.000 trabajos, según datos del informe Situación del comercio ilícito y fraude de la agencia de investigación Sicpa.

El dinero recuperado con las falsificaciones no será para el casero

El chico que les había abierto la puerta fue inmediatamente detenido por el delito de posesión de productos falsificados, algo que se encargarían de investigar los gendarmes de las brigadas de investigación de las zonas de Bouliac y Tresses. Este serán los responsables de averiguar el origen de todas esas falsificaciones y así poder desmantelar la red de venta y reventa.

Además, también será necesaria la asistencia de un representante de las diferentes marcas, con tal de determinar el valor económico del alijo hallado. El dinero del mismo no podrá servir para restituir al casero el impago del alquiler, pues está fijado por ley que todos estos artículos deben ser destruidos.

Antes de las DOP y de las IGP: el jamón que tenía un sello concedido por la reina Isabel II para evitar falsificaciones.
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