Pedro Sánchez reduce la subvención que reciben los monjes polacos que viven en el monasterio de Yuste: nada de alcohol excepto cerveza y vino

El edificio, donde murió Carlos V, está gestionado por Patrimonio Nacional. El Estado ha disminuido de 186.000 a 70.000 la ayuda que reciben los pocos clérigos extranjeros que se encargan de gestionar este monumento histórico

Uno de los monjes paulinos atiende a visitantes del monasterio de Yuste

El Monasterio de Yuste, en Cáceres, es conocido mundialmente por ser la última morada del emperador Carlos V. Construido a principios del siglo XV, fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931 y Patrimonio Europeo en el año 2007. Gestionado por Patrimonio Nacional, el Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes acaba de reducir la ayuda económica que reciben unos monjes de origen polaco que viven en este convento-palacio y que se encargan de dar misas y gestionar un poco su mantenimiento. El Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado el Plan de Subvenciones 2024-2026, que incluye el montante que recibirá la ‘Orden de San Pablo Primer Eremita’, más conocida como los Monjes Paulinos. Esta orden religiosa ha recibido 70.000 euros en 2024 y percibirá 70.000 euros en 2025 y 70.000 euros en 2026.

Desde el año 2011 Patrimonio Nacional otorga una subvención anual al Obispado de Plasencia para el sostenimiento de la comunidad de monjes de la Orden de San Pablo Primer Eremita. Esta ayuda anual tiene origen en el convenio que suscribieron ambas entidades ese mismo año, que asigna a la citada orden religiosa la ocupación residencial de una zona del monasterio, con el compromiso de atender los servicios de culto católico y realizar algunas labores de preservación del patrimonio histórico, artístico y cultural del edificio. La subvención ha variado con el paso de los años. En 2018, 2019 y 2020, por ejemplo, los monjes recibieron 93.000 euros cada ejercicio.

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El convenio, que se ha ido prorrogando con el paso de los años (el último se firmó en abril de 2024), regula que Patrimonio Nacional cederá, a título gratuito, el derecho de uso por 20 años de determinados espacios del monasterio, además de una subvención cada año. Esta subió a 186.000 euros por anualidad en 2021, 2022 y 2023. Ahora ha bajado a 70.000 euros, aunque Patrimonio Nacional no justifica los motivos de este descenso. Esta subvención “es incompatible con otros tipos de ayudas, ingresos o recursos para la misma finalidad procedentes de cualquier Administración o entes públicos o privados, nacional, de la Unión Europea o de organismos internacionales”, señala solo el convenio.

El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños (i), y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), conversan durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados (A. Pérez Meca - Europa Press)

Patrimonio Nacional también deja claro a qué pueden destinar los monjes paulinos la subvención que reciben: gastos de manutención (se excluyen las bebidas alcohólicas salvo cerveza y vino); ropa; pequeños electrodomésticos; materiales, herramientas y elementos para jardinería, reparaciones, y mantenimiento; impresiones y gastos de reprografía destinados al mantenimiento de los oficios; decoración y adornos de la Iglesia; elementos litúrgicos y vino de consagrar; gastos de teléfono de los Padres Paulinos, relacionados con el objeto del convenio (no personales); reparación, conservación y mantenimiento de vehículos; y cotizaciones a la Seguridad Social y seguros médicos.

13.000 euros para manutención

De hecho, se estipula que los gastos de Seguridad Social se fijan en 47.620 euros, retribuciones salariales que reciben los pocos monjes que actualmente residen en el monasterio. Para gastos de manutención (comida y bebida) están estipulados 13.000 euros. Tienen también 2.600 euros para gasolina y 2.300 para pagar arreglos y seguros de su vehículo. El límite de gasto para teléfono es de 880. Infobae España ha intentado hablar con los monjes paulinos a través de la Diócesis de Plasencia, pero no ha sido posible. “Son muy reservados”, explican desde el Obispado.

Los monjes paulinos llegaron a Yuste en el año 2011. Concretamente dos religiosos de origen polaco. Desde el Obispado no aclaran cuántos hay actualmente en Yuste. En 2016 había cuatro. Hace trece años, cuando se instalaron en el monasterio, señalaron a Europa Press que su único objetivo al embarcarse en esta nueva aventura era encontrar “la salvación” y ayudar a la Iglesia española. La Diócesis de Plasencia recurrió a ellos como solución de emergencia después de que los Monjes Jerónimos dejarán de gestionar el monasterio de Yuste por falta de vocaciones. La congregación de San Pablo Primer Eremita es una orden religiosa católica fundada en el siglo XIII en Hungría por el Beato Eusebio de Estrigonia. Actualmente, los paulinos gestionan unos 70 monasterios en toda Europa, la mayoría en Polonia.

El monasterio abandonado de 1.100 años que está considerado como la “cuna de Castilla”.
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