La Casa Real noruega se encuentra en el punto de mira de la sociedad del país nórdico por las causas penales que acumula Marius Borg Høiby, el hijo de Mette-Marit e hijastro del príncipe heredero Haakon Magnus. Desde que se conoció que el joven había sido acusado de violencia contra su novia el pasado 4 de agosto en su apartamento en el distrito de Fogner, en Oslo, los delitos no han dejado de acumularse.
Tras lo ocurrido a principios de agosto, Høiby ha sido acusado de comportamiento imprudente, violación de una orden de alejamiento y lesiones corporales contra su expareja. Sin embargo, al conocerse los acontecimientos, más chicas que mantuvieron una relación con él se animaron a hablar sobre su experiencia, entre ellas Juliane Snekkestad y Nora Haukland. Esta última, se vio obligada a abandonar el país al anunciarse la detención de un sicario que quería acabar con su vida y coaccionarla para que retirase las palabras contra el hijastro del príncipe.
Todos estos hechos se mantuvieron al margen de la Casa Real hasta el pasado 24 de septiembre, cuando el medio Se og Hør publicaba que su madre era conocedora de todas las malas amistades del joven; y, que de hecho, había coincidido con ellos al menos en una ocasión. Además, revelaron videos de estos amigos en la residencia oficial de los príncipes, Skaugum. Personas con “con antecedentes importantes” y que robaron varios objetos con valor económico y sentimental.
Algunas de las cosas que saquearon las intentaron vender de forma ilegal a través de una casa de subastas, según el medio mencionado. E incluso, este obtuvo un video grabado dentro del palacio en el que se observa a una persona cantando mientras se desplaza en segway por la residencia de Haakon y Mette-Marit. Una actitud muy peligrosa que no solo pone en evidencia la personalidad de Marius Borg, sino que también preocupa mucho por la influencia a su hermana Ingrid Alexandra, la heredera al trono.
“Debe considerar cuidadosamente a quién elige admirar”
La pareja no se ha pronunciado sobre lo ocurrido, y desde el medio apuntan, “que ya es hora de que la familia real de explicaciones”. Mientras que se mantienen en silencio, los movimientos los comienzan a hacer dentro de palacio y “no es coincidencia que el servicio militar de la princesa en el norte de Noruega se haya ampliado recientemente de 12 a 15 meses”.
El pasado 17 de mayo, Día de la Constitución noruega, la joven realizaba una entrevista con el periódico NRK, y en ella destacaba que su hermano “era un modelo a seguir” y también alababa “su lealtad hacia sus amigos”. No obstante, el hijo de Mette-Marit actualmente se enfrenta a seis años de prisión por sus acusaciones y los medios de comunicación vuelven a hacerse eco de sus palabras.
De hecho, el propio editor jefe de la revista, Ulf Andre Andersen, lanza una advertencia a la heredera y a la Familia real: “Como futura reina, debe considerar cuidadosamente a quién elige admirar y qué valores quiere representar. Los modelos a seguir deben reflejar responsabilidad e integridad, y es lamentable que se priorice la lealtad a los amigos por encima de la moralidad y las buenas decisiones”. Y destacan que han intentado ponerse en contacto con la Corte Real y el equipo legal de Borg Høiby, pero nadie ha respondido a sus consultas y preguntas.