El contingente español desplegado en Líbano permanecerá en aquel país hasta que la ONU diga lo contrario. Esa es la postura que defiende el Gobierno sobre el futuro de los 669 militares que forman parte de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL), según ha señalado este martes el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. “Los cascos azules realizan una labor fundamental para el mantenimiento de la paz, es una fuerza de interposición que hoy más que nunca tiene vigencia en su mandato”, ha asegurado el ministro durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministro.
El Ministerio de Defensa defiende la misma postura. Desde la cartera que lidera Margarita Robles han apuntado que la decisión de replegar o no a los cerca de 10.000 militares que componen la misión, entre ellos los soldados españoles, corresponde a Naciones Unidas. En este sentido, desde UNIFIL han detallado que las fuerzas de paz continúan en sus puestos, pero que se dispone de “planes de contingencia listos para activarse si es absolutamente necesario”.
De igual manera, UNIFIL ha advertido que “la seguridad del personal de mantenimiento de la paz es de suma importancia y se recuerda a todos los actores su obligación de respetarla” y ha recordado que cualquier cruce hacia el Líbano por parte de Israel “constituye una violación de la soberanía y la integridad territorial” libanesa. “Instamos firmemente a las partes a que vuelvan a comprometerse con las resoluciones del Consejo de Seguridad y la resolución 1701 (2006) como la única solución viable para restablecer la estabilidad en esta región”, han insistido desde la misión de mantenimiento de la paz, actualmente liderada por el general español Aroldo Lázaro Sáenz.
En la misma dirección se ha mostrado Albares. El jefe de la diplomacia española ha llamado a todos los países a “unir fuerzas” para lograr la paz y estabilidad en la zona y ha recordado que España lleva meses pidiendo a quienes “pueden influir directa o indirectamente” para lograr la paz en Oriente Medio. Asimismo, el ministro ha pedido la convocatoria urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la situación.
Medidas de seguridad
El contingente español en el Líbano, compuesto por 669 efectivos de la Brigada Aragón del Ejército de Tierra, se encuentra en alerta máxima ante el recrudecimiento del conflicto entre el grupo terrorista Hezbollah y las fuerzas israelíes. Los soldados españoles han permanecido la pasada noche refugiados en el búnker que posee la Base Miguel de Cervantes, ubicada al sur del Líbano.
Las medidas de seguridad y prevención que llevan a cabo los militares españoles responden al nivel de riesgo de cada momento. De esta manera, en el nivel 1 de protección, todos los miembros de la misión cargan consigo, tanto dentro como fuera de la base, los 15 kilos que representan el chaleco antifragmentos y el casco. No obstante, en el nivel 2, que implica mayores medidas de protección: llevar en todo momento el chaleco dentro del perímetro de la base, así como el casco puesto fuera de las instalaciones.
Ya el nivel 3, grado en el que se encuentra actualmente la misión, consiste en refugiarse directamente en el búnker con el chaleco y el casco puestos. En este sentido, el contingente español es el único de Naciones Unidas que, gracias a sus medios y capacidades tecnológicas, puede seguir ejerciendo el mando de la Brigada desde dentro de este refugio.