El intercambio monetario entre el dólar y el euro desempeña un papel crucial al servir como medida entre la economía y la estabilidad entre Europa y Estados Unidos. Este tipo de cambio podría afectar las transacciones comerciales internacionales, determinando el poder adquisitivo y la competitividad.
Su seguimiento es vital para inversores, empresas multinacionales y autoridades económicas, no obstante, también es importante para aquellas personas que desean realizar transacciones en Casas de Cambio por situaciones cotidianas como un viaje al extranjero.
Así quedó el tipo de cambio
La reciente cotización del mercado de divisas ha colocado al dólar estadounidense en 0,90405 euros, mientras que el euro se valúa en 1,10615 dólares.
Este tipo de cambio es un termómetro de la economía global, afectando no solo las relaciones comerciales entre Europa y Estados Unidos, sino también las decisiones de inversión hasta el de ciudadanos que buscan cambiar sus divisas por viajes u otro tipo de conveniencias.
Los especialistas de este ámbito son los encargados de analizar las políticas monetarias de ambas zonas económicas, anticipando movimientos que puedan afectar la estabilidad y el crecimiento económico en ambas regiones.
Previsiones económicas para el 2024
La revisión reciente de las previsiones económicas de la Comisión Europea para 2024 indica una ralentización en la recuperación económica de la Unión Europea y la zona del euro, ajustando las tasas de crecimiento esperadas a niveles más bajos de lo previamente anticipado.
Para 2023, se espera ahora un crecimiento del 0,5%, con una ligera mejora en 2024 pero aún por debajo de las expectativas anteriores. Esta desaceleración está influenciada por varios factores adversos, incluyendo reducciones en el poder adquisitivo y una demanda externa más débil, aunque se anticipa una recuperación gradual apoyada en la disminución de la inflación y un entorno laboral favorable.
En relación con la inflación, las proyecciones apuntan a una reducción más acelerada de lo que se había estimado, con una tendencia descendente que se espera continúe hasta alcanzar niveles más sostenibles hacia 2025. Esta disminución es resultado principalmente de la caída en los precios energéticos y una menor presión sobre los precios al consumo en general, lo que sugiere un entorno económico en camino hacia la estabilización.
No obstante, el contexto económico se ve afectado por una considerable incertidumbre debida a factores externos, como las continuas tensiones geopolíticas y los posibles efectos de perturbaciones comerciales, además de los riesgos asociados a cambios climáticos y eventos meteorológicos extremos. Estos factores podrían influir en la trayectoria de crecimiento e inflación proyectadas, añadiendo un elemento de riesgo a las expectativas de recuperación económica de la UE y la zona del euro en el corto a medio plazo.
El euro cumple 25 años
Frente a desafíos marcados por una mayor inestabilidad económica mundial, el euro ha demostrado una notoria resiliencia. Un cuarto de siglo después de su lanzamiento, es la segunda moneda más influyente después del dólar estadounidense.
Según Consilium Europa, el euro es la moneda que algunos países la han elegido para realizar préstamos y reservas en los bancos centrales a nivel mundial, representando el 20,5 % de las reservas de divisas globales en 2022, según tipos de cambio constantes, en comparación con el 58,4 % del dólar estadounidense.