Las herencias son uno de los principales pilares de la economía familiar. El dinero y las propiedades de una persona pasan a otra, y así la familia puede seguir poseyendo lo que sus distintos miembros han ido logrando con el fruto de su esfuerzo. Es tal su importancia, así como los conflictos que puede generar en determinados casos, que cada país tiene una regulación muy estricta conforme a las distintas formas de heredar y los protocolos a seguir.
Pero más allá del ámbito legal, lo cierto es que las herencias, sobre todo si son cuantiosas, pueden suponer también la fractura de una familia, o simplemente manifestar algo que ya llevaba mucho tiempo gestándose. Esto es lo que ha ocurrido, por ejemplo, en el caso de una usuaria de la red social Reddit, que ha compartido con el resto de personas de la red social una experiencia personal tras recibir un total de 840.000 euros -más dos casas en Estados Unidos, una en Boston y otra en California- de sus abuelos recientemente fallecidos.
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Un padrastro en la cárcel y una decisión drástica
De esta historia se ha hecho eco la revista italiana Il Fatto Quotidiano, la cual tiene una sección en la que, precisamente, recopila esta clase de relatos en la red social. En esta ocasión, rescata el testimonio de una joven de 18 años en el que empieza por su propia historia. Su madre, una mujer de 38 años, se casó con un albañil de 50 años para crear una nueva familia junto a los tres hijos de este. En esta nueva unión, tuvieron además otros dos hijos, y decidieron formar una familia de la que la joven, por desgracia, no formaba parte. “Nunca me han tratado bien en casa”, reconoce.
Además, la situación en casa era bastante precaria, dado que si bien al principio, pese a las preocupaciones económicas, vivían en una casa decente, todo cambió tras la detención de su padrastro. “Nos fuimos a vivir a un piso en el mismo municipio”, cuenta ella. “Podíamos permitirnos la comida y la calefacción, pero tuvimos que recortar en todo lo demás”. Una situación que parecía que iba a prolongarse, hasta que finalmente sucedió algo que cambió drásticamente la vida de esta chica: sus abuelos fallecieron, dejándole a ella -solo a ella- dos casas y esos 840.000 euros que le han llevado a tomar una decisión: “No quiero compartirla con mi familia”.
Pequeñas concesiones
Pese a esta postura, la revista italiana explica también cómo la madre y el padrastro, una vez conocieron la suculenta herencia, no tardaron en pedirle que, por lo menos, vendiera las propiedades heredadas para comprarles una casa. Ella explica que se niega a esta idea, si bien termina diciendo que les ayudará con los gastos de la comida y el pago de alquiler en un nuevo piso. Eso sí, no piensa en ningún momento repartir lo que ha recibido de sus abuelos.
En vez de eso, ha decidido que gastará el dinero en ir a la universidad y abrirá un bar en el que puedan entrar los gatos, una idea que ha sido del agrado de la mayoría de los usuarios de la red social. “Durante años fuiste el objetivo de la familia. Ahora es el momento de pensar sólo en ti misma. Estudia, viaja y abre ese café”, le desea uno de ellos.