La reina Letizia incumple su regla de oro durante su encuentro con la princesa Leonor

El pasado fin de semana, los reyes decidieron emprender un viaje hacia la costa gallega para visitar a la princesa Leonor, que se encuentra estudiando en la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra. La cita principal que les llevó hasta el norte, fue que el rey Felipe tuvo que acudir a la cena privada por los 40 años de la jura de bandera de su promoción en la Armada.

Alegres y naturales, Leonor y Letizia dieron un paseo por la zona de Vilagarcía de Arousa y decidieron comer en un restaurante local, para poder así disfrutar de la gastronomía de la zona. Según relatan los medios gallegos, la reina y su hija fueron a comer al restaurante Loxe Mareiro, y se sentaron en una mesa próxima a la ventana con intención de disfrutar de las vistas.

“En el Loxe Mareiro, no obstante, no hay carta. De hecho, es un local que funciona con el menú del día”, decía la prensa. Esto significa que las dos comensales, tuvieron que elegir entre San Martiño con almejas de Carril, salpicón de pulpo, mejillones con chorizo y una buena dorada. Un menú gallego de buena calidad, que ambas parece que disfrutaron.

Se sabe que la princesa de Asturias pidió agua; sin embargo, Letizia optó por sorprender a los periodistas y pidió una copa de vino albariño. Aparentemente, una petición normal si te gusta el vino, pero muy sorprendente en la reina, pues es habitual que la monarca rechace el alcohol. En ocasiones se ha podido ver a Letizia resistirse a probar una copa de vino o champagne en los brindis oficiales.

A veces hay que salir de la zona de confort, y esto es lo que parece que hizo la reina, que se saltó su regla de oro para poder disfrutar bien de la comida familiar. Pero no es la primera vez que se ha podido ver a Letizia beber alcohol, por ejemplo, se le ha fotografiado bebiendo sidra en sus visitas a Asturias, durante los Premios Princesa de Asturias que se celebran cada año en la capital asturiana.

Es habitual ver a los monarcas con una copa de alcohol cuando hay un brindis oficial, pero la reina solo se moja los labios con el mismo por cortesía de los invitados. Por ello, una simple copa de albariño se ha convertido en la protagonista de la comida que madre e hija disfrutaron el sábado pasado. En cuanto al rey Felipe, se le pudo ver llegar a la hora del café, pero los medios presentes no han podido confirmar si esté también disfrutó del menú del día.

Después de la comida, tocó dar un paseo por la zona para saludar a los presentes, posar ante las cámaras y disfrutar un poco del paisaje de la zona en familia. Y aunque lo que más haya destacado de este encuentro sea la comida y bebida de la reina, pues se sabe que esta es algo estricta con este tema y sigue pautas nutricionales, se ha podido reflejar el placer que siente la familia de pasar tiempo juntos.