“Triste derbi”, “locura total” o “escándalo”: así ve la prensa internacional lo ocurrido en el Metropolitano

El derbi se detuvo en el minuto 68, después de que Thibaut Courtois fuese objeto del lanzamiento de varios objetos desde la grada ultra

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Koke, del Atlético de Madrid, pide calma a los aficionados durante el partido contra el Real Madrid,. (AP Foto/Bernat Armangue)
Koke, del Atlético de Madrid, pide calma a los aficionados durante el partido contra el Real Madrid,. (AP Foto/Bernat Armangue)

Los partidos entre el Atlético de Madrid y Real Madrid suelen ser conflictivos entre las aficiones que se dedican cánticos e insultos unas a otras; y entre los jugadores de ambos equipos que se contagian de un ambiente ensordecedor. Sin embargo, este primer derbi de los equipos más poderosos de la capital, disputado en el Cívitas Metropolitano, tenía ya un contexto de máxima tensión debido a una campaña que se promovió entre sectores minoritarios de la grada rojiblanca, con la que pretendían llevar mascarillas al estadio para, presuntamente, insultar a los jugadores del conjunto blanco y resultar impunes; en especial, al atacante brasileño, Vinícius Júnior. Aunque la inmensa mayoría de los socios de Atlético no participaron en este plan, sí que se pudieron observar a algunas personas con mascarilla en los aledaños del estadio y en los recibimientos de los autobuses de ambos equipos.

Cada vez que los jugadores del Real Madrid tocaban la pelota, una tremenda pitada se escuchaba. Pero, si Vinícius Júnior era el que recibía el balón, el nivel de decibelios aumentaba considerablemente. Hasta ahí todo correcto, nada que una afición en un derbi no tenga permitido hacer. Lo que no está permitido realizar, según el Código Disciplinario de la Federación Española de Fútbol, es “la entonación de cánticos que inciten a la violencia o constituyan manifiesto desprecio a las personas que intervienen en el encuentro”, como los que se escuchan en el siguiente vídeo, refiriéndose a Thibaut Courtois.

Tras estos insultos, el Real Madrid anotó el 0-1 y Courtois se giró a la grada que estaba profiriendo dichos insultos —la zona donde se coloca el Frente Atlético— y celebró el gol frente a ellos, lo que desencadenó el lanzamiento de mecheros y botellas hacia el portero belga, aunque ninguno le impactó. El árbitro balear, Busquets Ferrer, activó inmediatamente el protocolo de lanzamientos de objetos y requiriendo al delegado de campo para que se comunique por la megafonía el cese de los lanzamientos. Pero, según recoge el acta arbitral, “en el minuto 67 y ante la continua repetición de lanzamientos de objetos desde la misma zona, se procede a suspender temporalmente el partido, ordenando la retirada de equipos a los vestuarios”.

La prensa internacional, testigo de los incidentes

Las muestras de rechazo frente al comportamiento de una minoría de la afición rojiblanca no se han hecho esperar. En España, el diario Marca, luce en su portada una fotografía del colegiado, ordenando la retirada a los vestuarios, con un titular en el que elogia la labor del árbitro: “Así se hace”.

Simeone: "Hay que sancionar a los que tiraron objetos y a los que provocan".

Fuera de nuestras fronteras, la prensa deportiva internacional fue testigo del caos y del bochorno, lo cual es otra muestra más de la mala imagen que el fútbol español proyecta fuera de España. El periódico francés, Le Parisien, en su crónica final, calificó al partido como un “triste derbi”, separado por dos periodos: el primero, bastante aburrido, indigno de un derbi madrileño; mientras que, en el segundo, se impuso el caos y mucho más duro. El diario alemán, Bild, habla de “escándalo de aficionados”, al tiempo que lo acompaña con una imagen de los jugadores colchoneros calmando a los aficionados ultras con pasamontañas. En las islas británicas, el tabloide The Sun, que se caracteriza por sus titulares que no dejan indiferente a nadie, utilizó las palabras “Utter mad-ness” (”Locura total”), para describir las escenas vividas en la segunda mitad del derbi madrileño.

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