El político que explica el urbanismo en sus redes: “Si Florentino quiere sacar pasta al Bernabéu, lo tendrá que hacer cumpliendo las normas”

‘Infobae España’ entrevista a Antonio Giraldo, concejal socialista en el Ayuntamiento de Madrid. Ha convertido sus redes sociales en un foro donde explica todo lo que pasa en la capital relacionado con el urbanismo. Asegura que “la Operación Campamento no es un pelotazo”

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Antonio Giraldo, en la Gran Vía. (Foto: Helena Margarit)
Antonio Giraldo, en la Gran Vía. (Foto: Helena Margarit)

Antonio Giraldo, vallisoletano de 31 años, es un tipo de verbo ágil. Geógrafo y urbanista de formación, le gusta que le vean también como un buen divulgador. Tras ser asistente del PSOE en el Congreso de los Diputados y coordinador en el Área de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Ferraz, en 2023 dio el salto a la política y fue elegido concejal en el Ayuntamiento de Madrid. Se le iluminan los ojos cuando habla de su verdadera pasión: el urbanismo. Es su cuenta de X (antes Twitter), que suma ya 77.000 seguidores, es capaz de explicarte con precisión por qué la licencia que ha solicitado una empresa para construir siete viviendas de uso turístico en lo que antes era un comercio junto a la Plaza Mayor es legamente imposible, o por qué Almeida ha presentado alegaciones a la nueva ley que ha tramitado la presidenta Ayuso (compañera de partido del alcalde) para la promoción de vivienda protegida. Si no le siguen, háganlo. Sabrán lo que pasa en Madrid.

-Pregunta: ¿Qué hace un urbanista/geógrafo/divulgador en política?

-Respuesta: Es una buena pregunta. Todo se gestiona desde el ámbito político y todo tiene que ver con la comunicación. Cuando terminé la carrera y el máster, te diría que ninguno de los urbanistas que salieron ha acabado en política. Es verdad que la geografía es una carrera muy amplia que luego te permite especializarte en campos muy diversos. El urbanismo es mucho más complicado, te quedas en el mundo académico o en el profesional. Es un mundo bastante pequeño. Ejercer, digamos, es dibujar las ciudades. Pero a mí me interesa mucho más trabajar con las personas que encargan esos dibujos, en la toma de decisión. Y ahí faltan perfiles especializados, porque muchas veces quienes toman las decisiones urbanísticas en el Estado, en las comunidades autónomas o en los ayuntamientos no tienen nada que ver con la profesión. A veces falta quizás un poco de conocimiento en las personas que han tomado determinadas decisiones que muchas han acabado en fracasos. Al final, un urbanista, si tú le contratas, hace todo lo que tú le pidas. Se trata de que lo que pidas, pues responda a algo que incluso el urbanista defienda. Y muchas veces no ha sido así. Y aquí en Madrid es un ejemplo muy bueno.

-P: Se ha convertido en una especie de profesor en las redes sociales.

-R: No, ¡qué barbaridad! Yo tengo grupos de Telegram con otros divulgadores en ámbitos muy diferentes. Hay un montón de gente que ha sabido entender las redes como una herramienta de comunicación muy potente. Hay importantes divulgadores que han utilizado las redes para llegar a un público al que no hubieran accedido de otra manera. En mi caso, me ha servido para llegar a mucha gente a la que a lo mejor el urbanismo no le hubiera interesado nunca. Yo creo que es una rama del conocimiento de la que todo el mundo tiene una opinión, no necesariamente es la típica materia aburrida o relacionada con señores de puro o prácticas corruptas. El urbanismo en España generalmente ha estado bastante denostado en las últimas décadas. Pero todo lo contrario, es algo a lo que la gente tiene derecho a acceder.

Antonio Giraldo, en un momento de su entrevista con 'Infobae España'. (Foto: Helena Margarit)
Antonio Giraldo, en un momento de su entrevista con 'Infobae España'. (Foto: Helena Margarit)

-P: Le hago una pregunta difícil y le pido una respuesta sencilla. ¿Cómo es Madrid urbanísticamente?

-R: Es compleja. A mí me gusta mucho. Me parece una ciudad muy interesante. Para mí es como una capital de provincia cualquiera que ha devenido en capital de un Estado y eso le ha ocasionado un montón de cambios que de otra manera nunca hubiera tenido, a diferencia quizás de otras capitales que tradicionalmente han sido mucho más cosmopolitas como Sevilla o Barcelona. Por supuesto, ha adolecido de los mismos dramas que cualquier otra ciudad. Todo el crecimiento del siglo XX, que en Madrid ha sido un poco distinto porque siempre ha sido ese motor absorbedor de población. Mucha llegaba buscando un hogar, fue foco de grandes poblados chabolistas. Esto ocasionó que se hicieran muchas viviendas muy rápido. La historia del desarrollo de Madrid y su crecimiento tan rápido ha originado en la ciudad que tenemos ahora, para lo bueno y para lo malo.

-P: Hablemos de lo malo ¿Qué amenazas urbanísticas tiene Madrid?

-R: Madrid tiene un problema. A diferencia de otras capitales mundiales de, digamos, países del primer mundo, nunca ha sido una ciudad que haya destacado ni por su industria ni por un tejido productivo mundial. Quizás el mayor valor que ha tenido siempre es el hecho de que era la capital del Estado. Y eso se ha traducido en que es una ciudad de servicios. También es una ciudad muy volcada hacia el sector financiero y en los últimos años, además, en el turismo.

-P: Madrid también es un ciudad de grandes desarrollos urbanísticos. El último, el de la Operación Campamento, recientemente desbloqueada. No toda la izquierda está de acuerdo con el modelo que se ha planteado.

-R: El urbanismo en España es complicado. Muy difícil de gestionar por los ritmos políticos. Los tiempos del urbanismo trascienden más allá de los cuatro años de un periodo electoral. Sacar adelante grandes iniciativas es complicadísimo. Y esta es una de esas de esas operaciones que llevaba atascada 30 años. Sacarla adelante ya es un mérito bastante reseñable. Y se atiende a una urgencia, que es dar vivienda en la ciudad. Pero también hay cosas que mejorar, porque viene de un planeamiento de hace 15 años que hoy se hubiera hecho distinto. Por ejemplo, a lo mejor los tamaños de las parcelas ya no hubieran sido tan grandes.

-P: Entonces, no es una operación tan redonda.

-R: Es una buena noticia y entiendo las críticas. Hay cosas que se pueden cambiar y que se están cambiando. Por ejemplo, las grandes avenidas de 15 o 12 carriles. Eso no va a existir en el proyecto de urbanización. Va a ser diferente, con avenidas mucho más comedidas, y se va a centrar mucho más en intentar redistribuir los flujos hacia la movilidad sostenible. No es un desarrollo aislado en las afueras, sino que hay una línea de metro, varias de buses, una estación de Cercanías, hay previsto un intercambiador a futuro. No es una operación pelotazo. ¿Qué es un pelotazo? Una venta de suelo público a empresas para que se lucren con ello. Aquí solamente hay un propietario de suelo, el Estado español, no hay una empresa lucrándose. La operación ya está financiada. El Estado español no tiene que vender viviendas a 800.000 euros para conseguir dinero. El compromiso es que el 100% de la vivienda sea asequible, asequible de verdad.

-P: Vivienda asequible. Un término ahora muy de moda. Creo que la única solución que ofrecen los políticos para reducir el precio del alquiler y de venta es sacar más oferta. ¿Realmente la solución de una ciudad como Madrid para abaratar los precios es siempre sacar más vivienda al mercado?

-R: La derecha siempre te va a decir que la solución es poner más oferta. Generalmente siempre hablan de vivienda libre, y eso nunca funcionó. De hecho, en la crisis inmobiliaria de los años de 2007, 2008 y 2009, el precio solo crecía a pesar de que se ponían más viviendas que nunca. ¿Cuál es la fórmula? Sí, poner vivienda en el mercado abarata los precios, pero solo si la vivienda es capaz de sostener el precio en el que la estás poniendo. La vivienda protegida necesariamente tiene que seguir siendo protegida el máximo tiempo posible. Si pones vivienda pública en alquiler, estás interfiriendo en el mercado, ofreciendo un alquiler más bajo de lo que te está ofreciendo el mercado libre. Por lo tanto el modelo es poner oferta, pero no cualquier oferta, tiene que ser una oferta controlada.

-P: Como buen divulgador, explíquenos entonces las bondades de la Operación Campamento que tanto critica Más Madrid.

-R: Por ejemplo, mira la operación Mahou-Calderón que se hizo durante el mandato de Manuela Carmena. Entonces no era un pelotazo. Y Campamento, sí. Hay cosas que yo no entiendo, pero bueno. En Mahou-Calderón, los suelos son privados. Las promotoras pagan a las constructoras, edifican y luego venden las viviendas. Pero para recuperar todo la inversión, tienen que vender a precios bastante altos, a 800.000 euros. En el caso de Campamento no hay promotoras que tengan la propiedad de los suelos. Hay un único propietario del suelo, que es el Estado. Los suelos ya se han comprado con 300 millones. Urbanizar va a costar 1.000 millones. El Estado podría querer recuperar la inversión e incluso ganar dinero. Vale, pues venderás pisos a 800.000 euros. Pero no va a ser así. El Estado ya ha financiado toda la operación y los pisos se van a vender a lo que el Estado quiera. En este caso, muy baratos. No está para ganar dinero, sino para ofrecer vivienda y por eso no es un pelotazo. El Estado tampoco pierde, porque invertir en vivienda no es perder.

Antonio Giraldo, en un momento de la entrevista con 'Infobae España'. (Foto: Helena Margarit)
Antonio Giraldo, en un momento de la entrevista con 'Infobae España'. (Foto: Helena Margarit)

-P: Imagínese que mañana es concejal de Urbanismo en un Gobierno progresista en la ciudad de Madrid. ¿Qué haría con los pisos turísticos?

-R: Clausurar todos los ilegales. Ampliar la capacidad inspectora de la Agencia de Actividades y cerrarlos. En cuanto a los legales, podemos debatir que una ciudad tenga que tener algunos pisos turísticos, sobre todo pensando en familias con varios hijos que vienen a la capital. Entiendo que haya gente que prefiera que no haya ninguno. Pero para mí, cumplir la normativa es una línea roja. No puede ser que exijamos a los hoteles que cumplan escrupulosamente y tengamos luego actividad económica no declarada. Para mí la línea roja siempre es la disciplina, que todo el mundo sea igual. Primero se regulariza todo y luego ya podemos incluso debatir si queremos algunas viviendas turísticas y dónde las queremos.

-P: Otro problema que llegaría a su despacho si fuera concejal con mando en plaza es el Santiago Bernabéu. Un recinto deportivo en la ciudad que quiere albergar conciertos.

-R: Mira, a esta ciudad todo el mundo le quiere sacar pasta, y no me parece mal, pero que la gente saque pasta en desigualdad de condiciones no es aceptable. Florentino Pérez quiere sacar pasta. No voy a poner impedimento a que lo haga, pero lo va a tener que hacer cumpliendo la misma normativa que cumple Juana, la de la mercería de la calle Antonio López en Carabanchel. Hay que ser así de estrictos. Si Juana cierra a una hora, tiene unos horarios marcados y unos límites establecidos, no sé por qué Florentino Pérez no iba a hacer lo mismo.

-P: Pero, ¿se pueden dar conciertos en el Bernabéu?

-R: Sí, si cumple. Con los controles y la normativa como están establecidos. El Santiago Bernabéu es un equipamiento singular deportivo. En Madrid siempre ha habido conciertos en estadios de carácter excepcional. No me parece tampoco mal. Ha habido en el Vicente Calderón. ¿Qué pasa? También hay que valorar en qué cantidad se autoriza todo esto. Si la excepción se convierte en lo normal, para mí se desvirtúa el uso. Esto no quiere decir que no haya conciertos en el Bernabéu, pero si tú me puedes garantizar que se pueden cumplir las condiciones de insonorización, de movilidad y de salubridad para los vecinos colindantes, no creo que haya problema. Hay grandes centros de conciertos en todas las ciudades del mundo. No dan estos problemas porque están habilitados para ello. Si ha habido una obra mal hecha, como parece que es el caso del Bernabéu, pues habrá que solucionarlo.

Antonio Giraldo, en la redacción de 'Infobae España'.
Antonio Giraldo, en la redacción de 'Infobae España'.

-P: Otro proyecto polémico es el crematorio de la M40...

-R: En la ciudad tiene que haber crematorios, vertederos, depuradoras y esas típicas instalaciones que nadie quiere tener cerca de su casa. ¿Qué hacemos con ellas? Hay ya una normativa municipal bastante garantista para situarlas. Dice que en el caso de los crematorios tienen que ubicarse como mínimo a 250 metros de zonas residenciales, de ocio, colegios, zonas verdes, porque los gases que se expulsan son bastante perjudiciales para la salud y no hay tecnologías suficientes como para suprimirlos del todo. La licencia que se ha concedido es para instalar los hornos crematorios a menos de 250 metros. Lo que pasa es que un juez ha hecho una interpretación diciendo que si la Comunidad de Madrid evalúa medidas tecnológicas para aminorar esos gases, el Ayuntamiento puede acogerse a una doctrina anterior de la normativa actual para no cumplir con esos 250 metros.

-P: ¿Una interpretación?

-R: Es una interpretación que ha hecho el juez en esta última sentencia. Hasta entonces el Ayuntamiento de Madrid había denegado la licencia. Ahora el alcalde dice que lo autoriza porque la sentencia le obliga. Es que la sentencia no dice eso. Lo que dice es que si hay hay medidas tecnológicas suficientes para reducir esa emisiones, podría situarse a menos de 250 metros. No dice que se conceda la licencia. Nosotros hemos presentado un recurso de reposición alegando que el Ayuntamiento no tiene capacidad para evaluar las emisiones. En cualquier caso, la realidad es que es una actividad nociva para la salud a menos de 250 metros sin una justificación adecuada de que pueden reducir los gases.

-P: ¿Qué ciudad le da envidia? Urbanísticamente hablando.

-R: Es una pregunta muy complicada. Me gusta mucho Berlín porque tiene una historia muy particular a consecuencia de la guerra. A diferencia de otras ciudades, ha tratado de innovar y mejorar en cosas que otras ciudades no han hecho nunca. Me parece que es una ciudad que mezcla un poco todo. Pero también me gusta mucho Madrid.

Antonio Giraldo, en un momento de la entrevista.
Antonio Giraldo, en un momento de la entrevista.

-P: Recomiende un lugar de Madrid que hay que descubrir.

-R: El alcalde Almeida siempre se vanagloria mucho de que somos una ciudad arbórea. Esto no quiere decir que tenga muchos árboles. Eso es que tienes unos protocolos para cuidarlos. Me gustan mucho de Madrid los espacios verdes de tan alto valor que tiene tan cerca. Y no hablo de El Retiro. Hablo de la Casa de Campo, que es un recinto histórico y arbolado único en España. También el monte de El Pardo, al que ojalá algún día se pueda acceder.

-P: ¿Qué hace Antonio Giraldo cuando no está enterrado entre expedientes urbanísticos y debates políticos?

-R: Estos días estaba muy enganchado a la serie de Los anillos de poder. Es que soy muy friki de El señor de los anillos. Pero generalmente suelo estar en el Geoportal, es una herramienta fabulosa.

-P: ¿El Geoportal? Una web de urbanismo. No me lo puedo creer...

-R: Porque muchas de las preguntas que se hacen los madrileños las van a encontrar ahí. Los que la llevan son unos cracks. Es una de las cosas que tiene Madrid y no tiene ninguna otra ciudad. Se puede ver, por ejemplo, cuándo pasan a barrer tu calle. Hay un estupendo plano de Madrid con todas las calles por colores que te indican la frecuencia y los días en que el Ayuntamiento pasa a barrer. Pero hay un montón de cosas muy insospechadas. Hasta te ponen un planito de dónde colocan las luces de Navidad.

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