Nadie quiere la lana de las ovejas españolas “ni regalada”: China nos ha cerrado su mercado y el producto se pudre en las granjas

Los ganaderos se quejan de que la lana se almacena y no la pueden colocar en el extranjero. Su precio ya ha bajado a 0,25 euros el kilo. El Gobierno español asegura que está negociando la reapertura del negocio en Asia

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Ganaderos españoles esquilando ovejas
Ganaderos españoles esquilando ovejas

Manuel Constanza tiene junto a su hermano unas 600 ovejas colmenareñas (raza autóctona de Madrid) en su explotación ganadera de San Agustín de Guadalix. Aunque su principal mercado es vender los corderos lechales que cría a restaurantes y comercios, tiene desde hace años un problema añadido: no puede vender la lana que obtiene tras esquilar a sus animales. “Es verdad que no es una lana de buena calidad, pero hace pocos años al menos la colocaba y ahora nadie la quiere. Aunque pague yo el transporte. Aunque la regale. Es imposible. Y es una ruina. La tengo aquí almacenada criando pulgas. Es insalubre. Y no se puede quemar”.

El sector ovino español llevaba ya tiempo con este asunto enquistado, sobre todo por la competencia de las ovejas australianas. Pero todo se complicó aún más cuando en septiembre de 2022 la viruela ovina y caprina llegó a España, poniendo fin a una racha de 50 años libres de esta enfermedad. Las exportaciones se resintieron. China, que ese año 2022 compró un tercio de la lana que se produjo en España (6.268 toneladas), cerró sus fronteras. Y aunque la situación se normalizó un año después, cuando en septiembre de 2023 el Ministerio de Agricultura anunció que recuperábamos el estatus de país libre de viruela, el mercado asiático siguió clausurado y vetando nuestros productos.

“Nuestros almacenes están llenos”, se lamenta Álvaro Álvarez, presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Merino. Esta raza, la merina, es la que mejor lana da. “Es la fibra natural por excelencia, junto al lino y al algodón, pero mientras el mercado chino esté cerrado y encima tengamos el auge de las fibras sintéticas, tenemos un problema. Encima la lana es ignífuga y tarda mucho en pudrirse, por eso las granjas no saben qué hacer con un producto que no tiene salida”.

Lana almacenada.
Lana almacenada.

Álvarez asegura que la lana española se ha devaluado. No solo porque el mercado chino siga cerrado, “sino porque en España ya quedan pocos centros de tratamiento, por lo que hay que mandarla fuera, lo que encarece el producto. Y si no tienes compradores, es como la pescadilla que se muerde la cola. No se cubren los costes”. Y encima la competencia de Australia empieza a ser brutal. “Allí no destinan las ovejas a una producción cárnica. Y la oveja que no pare, produce mucha mejor lana”.

Trabajo diplomático

El mismo diagnóstico hacen desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA). “El Ministerio de Agricultura debe realizar su trabajo y certificar en todos los ámbitos que nuestro país está libre de viruela ovina, realizar un trabajo en el área diplomática y volver a la situación anterior, para poder paliar la situación de nuestro mercado lanero. Además, el mercado está copado por la lana de Australia y Nueva Zelanda. Y por si fuera poco, a esto se suma una caída de la demanda mundial porque el sector textil prefiere otras materias primas como las fibras sintéticas”.

La lana no tiene salida. “De hecho, ni siquiera cotiza en las lonjas. Hace tres años, cuando los precios ya eran bajos, el kilo de lana merina se compraba a 2,40 euros, ahora se han desplomado los precios a 0,25 euros el kilo. Como no es rentable venderla, la lana almacenada se está convirtiendo en un residuo y en un gasto extra para los ganaderos. La situación es tan complicada que ya hay empresas que se encargan de convertir la lana en abono”, explican desde Asaja.

Ana Guillermo es otra ganadera de Madrid. Solo tiene 100 ovejas en Montejo de la Sierra que usa en las campañas contra incendios para desbrozar el campo. Resume muy bien la situación: “Pagamos por destruirla. Hay otras alternativas. Que se use como fertilizante para la tierra o como aislante en tuberías”.

Ovejas ya esquiladas.
Ovejas ya esquiladas.

Desde el Ministerio de Agricultura, aseguran que el Gobierno español “es consciente de la situación del sector ovino en general y trabaja constantemente para garantizar el mantenimiento de la actividad. En el caso concreto de la lana, es cierto que se está convirtiendo en un nuevo coste dentro de la actividad, ante la falta de salida de este producto por sus dificultades de adecuación al mercado textil en Europa. Sin embargo, nunca ha sido una fuente importante de ingresos en la mayor parte de las explotaciones, por lo que el mayor problema deriva en hacer una adecuada gestión de esta”. Por el momento, el Ministerio “está buscando soluciones, y trabajando para conseguir la reapertura del mercado chino, para que vuelva a ser un destino preferente de nuestras exportaciones lanares”.

Solo el 1% de sus ingresos

La producción de lana en España muestra una tendencia descendente, confirman desde el Ministerio. Durante el año 2022 (últimos datos) se produjeron 21.992 toneladas, lo que representa aproximadamente 12,4 millones de ovinos esquilados. “El 80% de la cabaña española es de la raza merina, aunque solo entre el 25 y el 30% de esta tiene el sello de certificación, es decir, los nuevos ejemplares descienden de cuatro generaciones de merina para estar dentro de libro genealógico”, explica Álvaro Álvarez.

Agricultura, no obstante, minimiza el problema. “El descenso en la exportación ha provocado una caída en el precio de la lana, ya que ha comenzado a tener difícil salida comercial”. Este descenso del precio de la lana afecta a todos los ganaderos de ovino, incrementando los costes de producción y superando, en la mayoría de los casos, los costes de producción a los ingresos derivados de la actividad lanera, añade. En cualquier caso, esta actividad lanera es una actividad secundaria derivada de las dos principales producciones ovinas que son la carne y la leche, suponiendo menos del 1% de los ingresos de las explotaciones.

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