Una mujer descarta comprar una casa en el último momento tras hablar con su vidente y deberá pagar 18.000 euros

Los españoles volvemos a comprar casas. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) afirman que la compraventa de viviendas en julio ha incrementado un 19,4%, con respecto al mismo mes de 2023. Este aumento marca la cifra más alta desde septiembre de 2022 y la más elevada en un mes de julio en 17 años. Este repunte se produce después de las caídas registradas en mayo y junio, con descensos del 6,1% y el 21,5% respectivamente.

A pesar de este aumento, comprar una vivienda aún supone un esfuerzo y un desembolso de dinero muy grande. Por eso, a la hora de elegir qué inmueble comprar, hay que estar muy seguros de que se quiere realizar dicha adquisición. Y, además, porque los compradores pueden enfrentarse a diversas consecuencias, sobre todo si se retractan de una transacción inmobiliaria sin motivo alguno.

Este fue el caso de una joven de 32 años, que decidió cancelar la compra de una casa en la región de Loiret, en Francia, diez días antes de mudarse. ¿La razón? Su vidente le advirtió de que había malas vibraciones relacionadas con la compra.

En una transacción inmobiliaria, la venta definitiva no se realiza de inmediato. Primero, ambas partes firman un compromiso de venta, donde el vendedor se compromete a vender el inmueble a un precio determinado y el comprador se compromete a comprarlo o desistir en un plazo de 10 días. Si el comprador se echa atrás después de este plazo sin un motivo válido, como la denegación de una hipoteca, debe pagar una comisión suspensiva, que suele ser entre el 5% y el 10% del precio de venta, según le explicó Nathalie Couzigou-Suhas, portavoz de la Cámara de Notarios de París, al periódico Le Figaro.

La comisión suspensiva, también conocida como precio de capricho, protege al vendedor, quien retira temporalmente su propiedad del mercado sin garantía de que el comprador obtenga su préstamo. Aunque es raro que se retenga esta indemnización, hay casos excepcionales. Couzigou-Suhas recordó dos incidentes en su carrera: uno donde una pareja se divorció durante el proceso de compra y otro donde una joven canceló la compra por consejo de su vidente.

En el segundo caso, la joven había completado la financiación de una pequeña casa por 180.000 euros. Sin embargo, diez días antes de mudarse, decidió cancelar la compra debido a las malas vibraciones que su vidente percibió. A pesar de los esfuerzos del notario por hacerla reconsiderar, la joven prefirió perder los 18.000 euros de arras, y aseguró que era “el precio de su tranquilidad”. La casa, según Couzigou-Suhas, no tenía ninguna historia de eventos trágicos o sobrenaturales.

Este tipo de situaciones, aunque son extrañas y solo se ven de manera ocasional, subrayan la importancia de las condiciones suspensivas en los contratos de venta. Estas condiciones permiten a los compradores desistir sin penalización si se cumplen ciertos criterios, como la denegación de una hipoteca. Sin embargo, sin un motivo válido, los compradores deben asumir las consecuencias financieras de su decisión.

Al final, la compra de un inmueble es un proceso complejo que implica compromisos y posibles penalizaciones, sin una de las partes se retracta sin justificación. Los casos excepcionales, como el de la joven y su vidente, destacan la importancia de considerar todos los aspectos antes de tomar una decisión final en una transacción inmobiliaria.