En las calles peatonales de Burdeos, la crisis económica se nota. Los escaparates vacíos y las palabras de despedida adornan lo que una vez fueron negocios llenos de vida. “Gracias por estos diez años. Fred y el equipo escocés”, se puede leer en la ventana de una tienda que ha cerrado definitivamente, como ha documentado el medio francés FranceTVInfo. Con el inicio del nuevo curso escolar, muchas tiendas han bajado el toldo para siempre, reflejando una tendencia que afecta a toda la ciudad.
El impacto de esta situación se refleja en las cifras del Tribunal de Comercio de Burdeos, que ha registrado un aumento histórico del 35% en quiebras en comparación con el año anterior. Las pequeñas empresas, en su mayoría, han sido las primeras en sucumbir. “Peluqueros, panaderos, vendedores de calzado o de ropa... El coste de la energía les ha perjudicado enormemente”, afirma Marc Salaun, presidente del Tribunal de Comercio, como recoge el medio, que actualmente investiga 1.800 procedimientos colectivos. Además de las pequeñas empresas, en los últimos meses también han quebrado varias constructoras, afectadas por las dificultades de los promotores inmobiliarios para vender sus propiedades.
La tasa de desocupación comercial ha aumentado considerablemente en el centro de Burdeos, con un número creciente de locales vacíos. Simon Georges, presidente de la asociación Mon Commerce de Burdeos, que cuenta con 1.300 miembros, señala la crisis económica como la principal causa. “Las empresas están enfrentando costes crecientes. Los alquileres han subido un 5% entre 2022 y 2023, y un 14% desde 2020. Además, los salarios no han seguido el mismo ritmo, lo que agrava la situación”, lamenta Georges.
El coste de la luz y los alquileres, entre los principales factores
Otro factor que ha contribuido a esta crisis es la dificultad para devolver los Préstamos Garantizados por el Estado (PGE), concedidos a más de 600.000 empresas durante la pandemia de COVID-19. Según Marc Salaun, “algunos empresarios pensaban que los PGE serían condonados. Sin embargo, las contribuciones sociales de la URSSAF (Uniones para la Recaudación de las cotizaciones de Seguridad social y Prestaciones Familiares), que no se reclamaron en 2020 y 2021, ahora están siendo exigidas, lo que ha generado retrasos en los pagos”. Esta situación se ha vuelto insostenible para muchos negocios que aún no se han recuperado de las secuelas de la crisis sanitaria.
Frente a este escenario desolador, los comerciantes de Burdeos claman por medidas urgentes para reactivar la economía local, como reformas en el derecho de la competencia, los arrendamientos comerciales y la financiación de las empresas. A nivel local, también se reclama una revisión de las políticas de aparcamiento y movilidad, con el objetivo de facilitar el acceso a las tiendas y evitar más cierres. “Es difícil ver una mejora en el corto plazo, pero queremos evitar más accidentes. Las reflexiones sobre la movilidad deberían incluir a los comerciantes”, sostiene Georges.
Ante el aumento de las liquidaciones, el Tribunal de Comercio de Burdeos subraya su papel como asesor y apoyo para las empresas en dificultades. Salaun insiste en que el tribunal no tiene la intención de condenar a las empresas a una muerte económica prematura. “Si un empresario viene con la idea de liquidar, analizamos su situación detenidamente. Si existen soluciones, les ofrecemos apoyo jurídico. No estamos aquí para cerrar empresas, sino para salvarlas”, explica Salaun, quien anima a los empresarios a acercarse al tribunal en cuanto comiencen a aparecer los primeros signos de dificultad.