Esta es la diferencia entre estudiar en una universidad pública y una privada: hasta 18.000 euros

Estudiar una carrera universitaria es la aspiración de muchos jóvenes que ahora se encuentran ultimando sus estudios de Bachillerato o que incluso todavía están en la Educación Secundaria Obligatoria. Cuando uno decide adentrarse dentro de la universidad, tiene que tener en cuenta una serie de factores: la nota de corte, los estudios y el precio de la matrícula. Este último factor es una de las mayores trabas que los estudiantes se pueden encontrar, ya que supone un gran esfuerzo económico para muchas familias.

Cada universidad tiene sus precios, dependiendo además de si es un centro público o un centro privado, pues el coste es totalmente diferente. En el caso de las universidades públicas, no pueden superar una cantidad máxima establecida, pero no ocurre así en las privadas. Por el contrario, estas tendrán libertad de ofrecer su producto al precio que consideren oportuno, que suele ser elevado.

En un primer momento, la mayor diferencia es el coste que tiene cada crédito, que normalmente suelen estar en 60 por curso académico completo. En la opción más recurrente, es decir, la pública, los precios tiene un rango de entre 800 y 2.200 euros por cada año de estudio que la carrera requiera. Estas cifras dependerán de la región, la elección de carrera y otros factores de este estilo.

Por el otro lado, las entidades que nada tienen que ver con lo público superan con creces esas cifras. En el caso de las privadas, la media se encuentra entre los 6.000 y los 20.000 euros por cada 60 créditos, lo que es igual a un curso de estudio, según La Información Económica.

A pesar de estas cifras, es cierto que existen muchas posibilidades de becas para los universitarios que cumplan una serie de requisitos económicos de las rentas anules de su núcleo familiar. En muchos casos hay ayudas que cubren la matrícula y aportan algo de liquidez en concepto extra. No será así en la privada, que verá solo compensación por parte de la Beca MEC como si de pública se tratase, y no en todos los casos.

Como todo, ambas decisiones tienen sus cosas buenas y sus cosas malas, por lo que se podría valorar mediante una balanza de pros y contras.

1. Público

En el ámbito público, la máxima ventaja es que su coste es económico, es decir, se puede permitir pagar ese coste anual de carrera. Además, como ya hemos mencionado, pose un detallado sistema de becas y ayudas que nos harán más fácil el entrar y estudiar en lo que a desembolso se refiere.

Sin embargo, en las desventajas está esa nota de corte presente y necesaria para poder entrar a la carrera que uno desea cursar. Así, se necesitará hacer el examen de selectividad para poder obtener una nota sobre 14 y ver si es suficiente para acceder al centro y estudios que se desea. Incluso, otra pega podría ser la antigüedad de las instalaciones y la falta de recursos.

2. Privado

En el ámbito privado, la ventaja es que no tienen nota de corte, por lo que no se requerirá prueba de admisión como sí es necesaria en la pública. Además, en este sistema de estudios se fomenta en mayor medida las prácticas en empresas, una de las problemáticas de los recién graduados.

Más allá de esto, a diferencia de la otra institución, estos poseen la última vanguardia de materiales y tecnología, por lo que son más modernos y más adaptados a los tiempos.

En su aspecto negativo está que sus precios son elevados, con precios anuales que pueden llegar a suponer un año de trabajo a jornada completa.