Ya llega el otoño, y con él, el cambio de armario, momento que muchas personas aprovechan para revisar la cantidad la cantidad de ropa que tienen y vender la que le sobra. Wallapop, Vinted, eBay, MilAnuncios... actualmente hay numerosas plataformas online con las que poder dar una segunda vida a las cosas y, todo sea dicho, sacarse un dinero extra. Su uso ha crecido de forma exponencial y, hasta el momento, todo lo que se conseguía vender a través de estas aplicaciones, no tenía que comunicarse a ningún organismo.
Sin embargo, desde el 1 de enero de 2024, esto ha cambiado: ahora las empresas tienen que proporcionar a Hacienda los datos de los vendedores, bajo el marco de la Directiva europea DAC7. Con el objetivo de aumentar la transparencia y combatir el fraude fiscal, la Agencia Tributaria exige a las plataformas digitales recopilar y enviar información detallada sobre las actividades económicas de sus usuarios, especialmente de aquellos que hayan superado las 30 ventas anuales o hayan recibido más de 2.000 euros.
¿Tengo que pagar impuestos por las ventas de segunda mano?
Como explica la experta fiscal de TaxDown, Paula Urcera, las ventas que hay que tributar son “aquellas con las que hayamos obtenido una ganancia”. Es decir, que si se vende algo a un coste inferior al que se compra, no se tiene que declarar en la renta. Para calcular la ganancia se tiene que ver cuál es “la diferencia entre el valor de venta y el de compra, quitando los gastos asociados a la transacción de cada uno de ellos”, añade. Esto se produce, por ejemplo, cuando se vende un vehículo que se compró por 2.000 euros a un precio de 2.800 euros, o cuando se pone a la venta un móvil por 600 euros, aunque le costó 500 al vendedor.
No obstante, también surge la obligación de declarar para los usuarios que superen las 30 transacciones o ingresen más de 2.000 euros a través de estas plataformas. De ahí que aquellas cuentas que venden de manera sistemática podrían ser investigadas para asegurar el origen legítimo y la calidad de los productos ofrecidos.
Pero ¿Cómo sabe Hacienda que el contribuyente ha obtenido esa ganancia? Es esa normativa europea, la DAC7, la que, desde hace algunos meses, obliga a las plataformas de venta de segunda mano a reportar a la Agencia Tributaria los datos sobre los vendedores. Las plataformas deberán identificarles, monitorizar sus transacciones y reportar los ingresos trimestrales, además de información bancaria, número de ventas e impuestos aplicados.
En esos casos, Hacienda dispondría de la información y podría incluirla en la declaración de la renta. Si no lo hace, el contribuyente debe declararlo por su cuenta, ya que de lo contrario podría enfrentarse a sanciones futuras.
Además, según alertan desde TaxDown, las plataformas de compra-venta de segunda mano pueden solicitar ciertos datos a los vendedores, y si el vendedor se niega a proporcionarlos, podría enfrentarse a una multa de hasta 300 euros por infracción tributaria, y la plataforma tendría el derecho de bloquear su cuenta.