Ibiza, como uno de los destinos predilectos de vacaciones para turistas de todas las nacionalidades debido a sus playas y calas, y sus mundialmente conocidas discotecas -Ushuaïa, Amnesia, Pacha o Hï-, es el “peor destino”, según Michael O’Leary, director ejecutivo de Ryanair. La compañía de vuelos no considera que la isla balear sea un mal destino para disfrutar de las vacaciones, sino todo lo contrario. Su queja se basa en que muchos de sus pasajeros, especialmente los que van a pisar los locales de música, llevan la fiesta a bordo del avión. Suben al avión en un estado etílico o se emborrachan dentro de la aeronave, lo que puede generar incidentes con el resto de pasajeros o la tripulación.
Los pasajeros con destino a Ibiza, para poder subir al avión con alcohol, suelen hacer la siguiente trampa: utilizar botellas de agua, pero cambian el agua por el vodka, porque la apariencia es la misma. Por ello, la compañía ha tomado la decisión de prohibir subir botellas de agua al avión, con el fin de evitar que se les cuelen bebidas alcohólicas. Ahora, el personal de vuelo ha comenzado a registrar las maletas de cabina de los pasajeros con destino a la isla. “Antes solo les permitíamos subir botellas de agua a bordo, sin darnos cuenta de que estaban llenas de vodka. Ahora ni siquiera se las permitimos”, ha confirmado O’Leary en un periódico británico.
También puedes seguirnos en nuestro canal de WhatsApp y en Facebook
Peleas y drogas a bordo
El consejero delegado de la aerolínea ha recordado lo que puede suceder si se mezclan alcohol con drogas. De igual forma que esta unión de sustancias afecta a la conducción, también influye en el comportamiento en el asiento del avión. “Ahora, estos pasajeros también tomas pastillas y polvos; esta mezcla conduce a un comportamiento mucho más agresivo que se vuelve muy difícil de manejar”, ha comentado O’Leary. Y, es que esta situación no sucedía hace años; si las personas se subían ebrias al avión, estas se quedaban dormidas.
El alcohol, como antes se ha indicado, puede generar comportamientos más conflictivos y agresivos, que pueden terminar en riñas, tanto con las propias personas consumidoras de alcohol como con la tripulación. Los azafatos y azafatas están trabajando, y no tienen por qué estar controlando a personas adultas que no saben controlarse a sí mismas.
Reducir el consumo de alcohol antes de embarcar
Una de las medidas que O’Leary ha recomendado para evitar esta tendencia de colar alcohol en los aviones, sería limitar el consumo de alcohol de los pasajeros en los bares y restaurantes que se encuentran dentro de la zona de embarque. Imponer un límite de dos consumiciones alcohólicas por cada tarjeta de embarque ayudaría a evitar esta problemática dentro de los aviones, ya que los pasajeros no subirían borrachos. Además, O’Leary ha asegurado que esta medida no afectaría a sus beneficios, pues podrían “seguir vendiendo sus comidas y bebidas”.
Aunque Ibiza es el peor destino de avión donde más se producen estos sucesos, en opinión de Ryanair, lo cierto es que este tipo de situaciones también son habituales en otros destinos de playa europeos como las islas griegas o ciudades inglesas como Liverpool o Manchester.