Las inversiones en materia de defensa del Gobierno argentino no se han limitado únicamente a la compra de cazas F-16. Javier Milei apartó por un momento su pelea con Pedro Sánchez este verano para concretar, tras dos años de negociaciones, la compra de dos burros a las Fuerzas Armadas de España para mejorar el ganado asnal del Ejército Argentino, animales indispensables para las unidades de montaña de la fuerza. Los asnos arribaron al país sudamericano, el pasado 10 de septiembre, a bordo de un avión carguero proveniente de Ámsterdam, hasta donde los borricos habían llegado tras recorrer -por tierra- los 1.600 kilómetros que separan a la capital neerlandesa de Zaragoza (Aragón), ciudad en la que fueron criados los asnos.
Actualmente, los animales se encuentran pasando una cuarentena en el Haras Militar General Lavalle, a unos 20 kilómetros de la localidad de Tandil, en el centro-este de la provincia de Buenos Aires. Una vez termine este periodo, los asnos españoles se juntarán con 24 burras argentinas para comenzar el proceso de apareamiento. De esta manera, según ha explicado a Infobae España el coronel Pablo Antuña, de la Dirección de Remonta y Veterinaria del Ejército Argentino, se pretende conseguir “una nueva genética” para mejorar la raza asnal del país, denominada Remonta Argentino, afectada por la endogamia como consecuencia de la falta de renovación de sangre entre estos animales.
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Asimismo, dentro de dos años, el equipo involucrado en este proyecto prevé iniciar el cruce de borricos con yeguas, para la cría de mulas. El Ejército del país sudamericano utiliza ampliamente estos animales en sus unidades de montaña, dado que son capaces de transportar material pesado hasta ubicaciones a las que los vehículos, tanto terrestres como aéreos, tienen limitaciones para llegar.
De acuerdo al jefe del Centro Militar de Cría Caballar de Zaragoza, coronel Emilio Escarti, esta transacción con el Ministerio de Defensa argentino ha supuesto la primera venta internacional de estos animales que ha realizado el Ejército de Tierra, que desde los años ‘70 cría asnos autóctonos de España principalmente para evitar su extinción. “Ha sido llamativo y a la vez ilusionante porque estos asnos no son para el uso de las Fuerzas Armadas porque, a diferencia del Ejército Argentino, ya no tenemos unidades montadas para su empleo en montaña”, ha explicado Escarti a Infobae España. “No pensábamos que iba a ser de tanta utilidad para un país amigo”.
Los burros adquiridos por Argentina son de raza catalana que, junto con la andaluza y la zamorana-leonesa, forma parte de la triada asnal española. “Este asno procede de la cuenca mediterránea y destaca por su capa negra y gran talla. Es un asno muy noble, robusto y armonioso, ideal para su empleo en trabajos duros. Además, cruzado con yeguas da mulas muy fuertes”, ha detallado Escarti.
El Ejército Argentino eligió dos animales de edades dispares: Mundo, de 11 años, nació en 2013; mientras que Unzúe, de cuatro, lo hizo en 2020. Los asnos suelen vivir, aproximadamente, hasta los 30 años y pueden reproducirse hasta una edad muy avanzada. “No tienen ninguna limitación reproductora. Si son buenos sementales y tienen buena calidad en el semen, pueden hacerlo hasta el final”, ha afirmado el jefe del centro donde se criaron Mundo y Unzúe.
Burocracia y cuarentena
Las negociaciones entre España y Argentina para concretar la enajenación del par de burros comenzaron en septiembre de 2022. En las mismas participaron distintas instituciones de ambos países y debieron llevarse a cabo numerosos trámites burocráticos para obtener las autorizaciones necesarias para que los animales pudieran salir de las fronteras europeas. “Tuvimos que esperar a que ambas partes nos pusiéramos de acuerdo en las cuestiones económicas y técnicas”, ha asegurado Antuña. Al respecto, el coronel ha detallado que si bien la adquisición los dos animales ha supuesto un desembolso de 2.100 euros, lo más costoso y difícil de planificar ha sido el traslado de los burros hasta Argentina.
“Ha sido un proceso laborioso y minucioso. Hubo que hacer una serie de certificaciones veterinarias para el movimiento intracomunitario dentro de Europa. Ha habido un montón de informes veterinarios que tenían que cumplir los animales”, ha señalado Escarti. En este sentido, Mundo y Unzúe han permanecido en cuarentena también en España y recibido seis vacunas antes de poder emprender el viaje a Sudamérica.
Escarti hizo entrega del par de asnos, el pasado 8 de septiembre, a la capitán Elizabeth Waimann, quien acompañó a los animales a lo largo de todo el trayectos hasta la ciudad de Tandil. Waimann ha explicado a este medio que la única manera de llevar a cabo la renovación genética de los asnos argentinos era mediante la llegada de nuevos ejemplares al país porque, a diferencia de lo que sucede con los caballos, los espermatozoides de los burros mueren a temperaturas bajo cero. “El semen congelado de asno no sirve”, ha asegurado.