“Encontré a una niña”: la última confesión del principal sospechoso del ‘caso Madeleine’ que podría cambiar el caso

Un nuevo testimonio vuelve a señalar a Christian Brueckner como principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann en 2007, hace ya 17 años. El hombre alemán de 47 años se encuentra cumpliendo una condena de 7 años en Alemania por otro delito no relacionado con la menor: la violación de una turista norteamericana en el Algarve (Portugal), donde residía. Además, aún tiene causas pendientes vinculadas a abusos sexuales a menores y exhibicionismo.

Madeleine, de casi cuatro años en el momento de los hechos, desapareció el 3 de mayo de 2007 mientras se encontraba con su familia de vacaciones en el Algarve. Mientras sus padres, Kate y Jerry McCann cenaban en un el bar Ocean Club, la menor británica y sus dos hermanos dormían en la habitación del complejo de apartamentos en el que se hospedaban, en Praia da Luz. Cuando Kate y Jerry llegaron a la vivienda, no encontraron a Madeleine y la búsqueda comenzó de inmediato.

Tras muchos años sin encontrar al culpable, en junio de 2020 se señaló a Christian Brueckner como principal sospechoso del caso. Las grabaciones de las cámaras de seguridad del edificio filmaron a un hombre que cargaba un bulto (posiblemente Madeleine) y el teléfono móvil de Brueckner lo situaba cerca del complejo de apartamentos aquella noche. Además, el alemán había trabajado en el edificio turístico como personal de mantenimiento y, por otros delitos que había cometido, se sabía que era buen escalador, lo que le podría haber permitido subir hasta el piso en el que dormían los niños y llevarse a la niña por la ventana.

En junio de 2024, se hizo una inspección de una cuenta de correo electrónico de Hotmail vinculada a Brueckner en la que, según indicó Titus Stampa, investigador de la Policía, se alojaron múltiples evidencias de abusos a menores que habían sido eliminadas.

Pese a que han pasado cuatro años desde que la fiscalía alemana de Braunschweig lo declarara el principal sospechoso, no se han producido avances en el caso. Sin embargo, un nuevo testimonio podría desparalizar el proceso: Laurentiu Codin, compañero de celda de Brueckner en 2020, declaró ante el Tribunal Regional de Braunschweig que el sospechoso le había revelado una serie de datos que encajaban con la desaparición de Madeleine. Le explicó que se encontraba en una zona de hoteles, vio una ventana abierta y trepó el edificio para robar joyas o dinero: “Dijo que no había dinero, pero que encontró a una niña y se la llevó”.

Christian nunca le reveló a Codin el nombre de la niña ni haber acabado con su vida, pero el compañero de prisión asegura que este le preguntó “si se puede extraer ADN de una niña de los huesos bajo tierra”. También informó de que a lo mejor aquella menor no había sido la única niña abusada por él: “Me habló concretamente de dos. Dijo que se había llevado a una, que había tenido sexo con ella, pero que no la había matado”.

Codin señaló el profundo miedo que Brueckner sentía a ser descubierto gracias a alguna prueba en la escena del crimen. De hecho, le pidió que quemara su guarida en la fábrica de cajas cuando saliese de la cárcel. Al investigar el edificio, los agentes de investigación de Alemania encontraron archivos y discos duros con material pedófilo bajo el cuerpo de un perro calcinado.

Este nuevo testimonio se suma a otras acusaciones que durante los últimos años se han hecho hacia Christian Brueckner: Ken Ralphs, que perteneció junto al sospechoso a una comunidad nómada y bohemia del suroeste de Portugal, aseguró que Brueckner se había puesto en contacto con un amigo en común para secuestrar a un niño y venderlo después a una pareja a cambio de dinero, según informa Sky News

Christian Brueckner aún cuenta con causas pendientes por delitos sexuales cometidos entre el 2000 y 2017, como una presunta violación en 2004 a una chica irlandesa en su apartamento de Praia da Rocha. Además, está acusado de violar a una adolescente en Praia da Luz y tiene varios cargos pendientes por exhibicionismo y exposición indecente ante dos niñas en 2007 y 2017.