El conflicto entre Bárbara Rey y su hijo ha tomado un nuevo cariz tras la publicación de las fotografías de la vedette junto al rey Juan Carlos en una revista holandesa. La de Totana ha acusado a Ángel Cristo Jr. de haberle robado ese material sensible y advierte con que existen más imágenes, mientras que Sofía Cristo le desea a su hermano que “se pudra en la cárcel” por lo que ha hecho.
Según recordaba este miércoles la hija de Bárbara en Espejo Público, las fotos que ahora han visto la luz fueron sustraídas de casa de su madre hace años, cuando la vedette se mudó a Marbella. “La mudanza la hace mi hermano”, desveló la DJ, señalando directamente a Ángel.
Sin embargo, hace tres décadas ya se habló de un robo de material sensible en casa de Bárbara Rey. En 1997, la propia artista demandó a Manuel Prado y Colón de Carvajal, administrador privado e íntimo amigo del rey Juan Carlos, acusándole de robarle casetes, cintas de vídeo y fotografías comprometedoras junto a una persona muy importante de la que nunca quiso desvelar la identidad.
Tras conocerse la noticia, Bárbara atendió a los medios en la puerta de su casa y aseguró estar controlada y amenazada, llegando a afirmar que le habían instalado micrófonos en el mobiliario de su vivienda y que tenía los teléfonos pinchados. “Todo desapareció. Las cintas se habían borrado, las fotos se habían velado… (...) Sustituyeron todo lo que yo tenía por cosas que no valían”, afirmó.
“En mi casa entran y salen cuando les da la gana, ya me da igual conectar o no la alarma”, agregaba la actriz, que denunció públicamente lo que le estaba ocurriendo. “Me tienen amenazada, a mí y a mis hijos, desde hace meses… Pero fíjate bien que estoy mirando a la cámara. A mí me matarán, pero todo el mundo sabrá quién ha sido”.
Supuesto chantaje
La relación entre el rey Juan Carlos y Bárbara Rey hizo correr ríos de tinta desde los años 90. Y es que las fotografías desveladas por Ángel Cristo Jr., que fueron tomadas en mayo de 1994, podrían no ser las únicas pruebas del romance entre el emérito y la artista, ni las más escandalosas.
Tal y como relató Emilio Alonso, exdirector del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), en el libro El jefe de los espías, Bárbara chantajeó en varias ocasiones al rey, amenazando con hacer público material que demostraría sus encuentros.
El primer chantaje se produciría, precisamente, en 1994. Según relata Alonso, el propio monarca le llamó para informarle de que había tenido una cita con Bárbara Rey en la que había tenido “algún gesto con ella”, como tocarle un pecho, y que varios días más tarde alguien había llamado a Zarzuela para decir que tenía fotos de ese encuentro y pedía 100.000 dólares para no publicarlas.
Tres años después, el entorno de Bárbara volvería a poner en un brete a la Casa Real. Siempre según la versión del exdirector del CESID, la vedette tenía en su poder “una conversación telefónica grabada con el rey”, además de “tres vídeos tomados en su casa. El primero en el comedor, el segundo en la cama y el tercero también en la cama”.
Ante la amenaza de que ese material viera la luz, finalmente se llegó a un acuerdo por el que Bárbara recibiría “100 millones de pesetas de entrada y 50 al año, en porciones mensuales, durante 10 años”. Tal y como explicó: “Las aportaciones mensuales las pagará el CESID. Los 100 millones aún no se sabe”.