Un matrimonio de 89 y 85 años ha sido víctima de un robo en su domicilio en Palencia, tras ser engañados por dos hombres que se hicieron pasar por trabajadores de los servicios sociales del Ayuntamiento. Según ha informado la Policía Nacional, los autores del delito se presentaron en la casa de los ancianos alegando que querían informarles sobre las ayudas sociales disponibles, lo que les permitió acceder al interior de la vivienda sin levantar sospechas.
Una vez dentro, mientras uno de los hombres distraía al matrimonio con una conversación sobre los supuestos beneficios sociales, el otro aprovechó para entrar en las habitaciones y sustraer varias joyas de oro, incluido un reloj de gran valor, además de 370 euros en efectivo. El robo pasó inadvertido hasta que los ancianos, tras la partida de los falsos trabajadores, entraron en su dormitorio y se encontraron con todo revuelto. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que habían sido víctimas de un hurto.
La Policía Nacional ha advertido este jueves sobre el incremento de este tipo de delitos dirigidos a personas de la tercera edad en Palencia. El caso de este matrimonio no es el único; según las autoridades, se han reportado varios incidentes similares en la ciudad, donde los delincuentes se aprovechan de la vulnerabilidad y confianza de los mayores.
Aumento de los “hurtos amorosos” en Palencia
En paralelo a los robos cometidos por falsos trabajadores de servicios sociales, la Policía también ha alertado sobre un aumento en los denominados “hurtos amorosos”. En estos casos, una joven se acerca a personas mayores, generalmente con alguna excusa, como conocerlas de antemano, solicitando una firma para una supuesta causa benéfica o vendiendo ropa, entre otras. Tras entablar una conversación y ganarse la confianza de la víctima, la joven, en un acto de aparente afecto como un abrazo o al agarrarles del brazo, consigue sustraerles discretamente collares, pulseras u otras joyas de valor.
Estos hurtos suelen contar con la colaboración de un cómplice, que espera en un coche cercano, listo para facilitar la fuga. Los delincuentes aprovechan la confianza y manipulan emocionalmente a sus víctimas, quienes muchas veces no se dan cuenta de lo ocurrido hasta que es demasiado tarde.
Uno de los últimos caos ocurrió el pasado mes de agosto, cuando una mujer de 30 años consiguió sustraer una cadena de oro a una anciana de 87 años en la capital palentina, según ha informado la Subdelegación del Gobierno. La víctima estaba en una zona céntrica de la ciudad esperando a sus familiares cuando una mujer se le acercó vendiendo prendas y le colocó un pañuelo en el cuello, argumentando que quería mostrarle cómo le quedaba. La anciana, al no estar interesada, le pidió que no la tocara y que no quería comprar nada. Ante esto, la supuesta vendedora se retiró y subió a un vehículo que estaba aparcado cerca. Fue en ese momento cuando la víctima comprobó que le faltaba del cuello la cadena de oro de tipo cordón que portaba, por lo que denunció la sustracción a la Policía Nacional.
Según las investigaciones policiales, estos robos se basan en la habilidad de los autores para generar un falso sentido de seguridad en las personas mayores, que a menudo se encuentran solas y son más susceptibles de confiar en desconocidos que aparentan tener buenas intenciones. Las autoridades han subrayado la necesidad de que las personas mayores y sus familias estén alerta ante cualquier situación sospechosa y contacten con la policía si se sienten incómodos o inseguros.
* Con información de EFE