El Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha declarado improcedente el despido de un trabajador de Mercadona que profirió diferentes insultos y críticas a través de los canales de denuncia internos de la empresa, quejándose de la atención médica recibida y del trato general por parte del personal de la empresa.
El empleado ejercía como gerente en el centro logístico de Ingenio, Las Palmas de Gran Canaria, desde el 12 de marzo de 2007. El conflicto laboral comenzó cuando entró en una situación de baja médica el 19 de agosto de 2022, diagnosticado con dolor articular y limitación funcional en el brazo izquierdo.
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Durante su baja, surgieron desacuerdos entre él y el servicio médico de la empresa, particularmente con una de las doctoras, quien, según el trabajador, suspendió una cita médica importante para su tratamiento sin justificación clara. Esta situación se sumaba a una serie de quejas que el afectado ya había presentado en relación con la atención médica recibida en los últimos años.
“Que esto os la suda un huevo”
Sin embargo, el problema real llegó en marzo de 2023 cuando comenzó a enviar mensajes por el canal de denuncias de la empresa conducta@mercadona quejándose de las condiciones laborales, del tratamiento recibido y de los descuentos en su nómina, utilizando un lenguaje ofensivo.
“Es que sois TODOS UNOS HIJOS DE LA GRAN PUTA!!!” “Vuestra solución es bajarme el sueldo 400€ !!! OLEEEE, OLEEEEE, QUE ARTEEE QUE TENEISIIII!” “Que esto os la suda un huevo, ya que salís ganando con la gente que no denuncia, entre lo que robáis y abusáis de 100, denuncian 10, pues ganáis explotar 90 subnormales que no denuncian.” “VIVA FRANCO, VIVA HITLER !!!!! Y hago lo que me da la gana, el mes que viene sacáis los látigos para golpear mientras trabajamos?” “Ya estoy cansado de aguantar esta esclavitud que pretende Mercadona!”, fueron algunos de los mensajes vertidos en este canal.
Como consecuencia de estos incidentes, Mercadona decidió despedir al trabajador el 25 de marzo de 2023, alegando faltas graves de respeto y transgresión de la buena fe contractual, utilizando como prueba los mensajes enviados a los canales internos de quejas de la empresa.
Por su parte, el trabajador solicitó la declaración de improcedencia de su despido, argumentando que las quejas enviadas fueron fruto de un estado de ansiedad derivado de las tensiones en el trabajo y su condición médica.
La frustración de los trabajadores
En la sentencia de primera instancia, que ha sido confirmada por el TSJ de Canarias, se declaró el despido como improcedente. El tribunal destacó que, si bien el trabajador había utilizado un lenguaje inapropiado en los correos electrónicos enviados al canal de quejas interno de Mercadona, estos mensajes no constituían una ofensa lo suficientemente grave como para justificar el despido disciplinario.
El juez argumentó que las expresiones utilizadas por el trabajador, aunque ofensivas, no se dirigieron de manera directa a individuos específicos, sino a un canal de quejas creado por la propia empresa, lo que reducía su impacto. El tribunal señaló que este canal estaba destinado precisamente a recoger denuncias y quejas de los empleados, y que, por tanto, era un espacio en el que era previsible que los trabajadores expresaran su frustración.
Asimismo, la sentencia reconoció que el trabajador se encontraba en una situación de vulnerabilidad emocional, lo cual habría influido en la intensidad y el tono de sus quejas. Esto también fue corroborado por informes médicos presentados durante el juicio.