Estas son las plantas más tóxicas para los gatos: síntomas y alternativas

Los gatos son animales independientes, curiosos, asustadizos, impredecibles, observadores, ariscos, cariñosos -cuando quieren- y caprichosos. Podrás comprarles mil juguetes y acabarán divirtiéndose con una caja de cartón, el cuenco de la comida o las plantas, pero con estas últimas habrá que tener especial cuidado, ya que, algunas pueden llegar a ser muy perjudiciales para ellos. Sobre todo, las flores que vienen en los ramos.

Podemos pensar que con mantenerlas alejadas de ellos será suficiente, de nuevo, esto es un error. Por mucho que las escondamos, pongamos en alto en una maceta colgante o creamos que está resguardada, los felinos la alcanzarán porque son capaces de llegar a los rincones más inesperados. Por ello, la mejor precaución con ellos es no tenerlas. Aunque, en un primer momento, creamos que no se interesan por ellas, se acabarán acercando e intentando morderlas y, en el mejor de los casos, sólo habrá que lamentar el daño de la planta.

El gato es un animal carnívoro, es por eso que no asimila bien los vegetales, tal y como explica la web Santévet. Suele intentar mordisquearlas a menudo porque las usan para eliminar las bolas de pelo, ya que, les mejora el tránsito. En cuanto a qué parte es la tóxica, es algo que depende de la especie. Algunas son tóxicas por completo, pero en otras son sólo dañinas el fruto, las flores, el polen, el tallo o las raíces.

La intensidad de los síntomas y el tipo dependerá de la cantidad que el animal haya ingerido o el tipo de planta que sea, ya que, cada una provoca problemas diferentes. No obstante, hay una serie de síntomas que suelen ser los más comunes:

• Aumento de la salivación
• Falta de apetito
• Vómitos y diarreas
• Convulsiones
• Pérdida de equilibrio
• Parálisis
• Problemas respiratorios o arritmias

En Europa, hay menos plantas y flores que sean tóxicas para los peludos en comparación con América y África. Se debe tener especial cuidado con estas especies:

El laurel

De planta perenne, es muy popular en la cocina mediterránea y se caracteriza por tener unas hojas verdes oscuras. Su componente venenoso es el eugenol, además de otros aceites esenciales que contiene. Si el animal ingiere laurel, sufrirá problemas digestivos que pueden resultar en obstrucción estomacal.

El lirio y su flor

A pesar de que sea una planta atractiva para el salón, es muy perjudicial para los felinos, pudiéndoles provocar vómitos y diarrea.

El lirio y su flor

Puede que de todas las plantas existentes, esta sea la peor, ya que, toda ella es venenosa, no hay ni una parte que se salve, incluido el polen, si el gato se lo lame del pelo o lo ingiere del agua del jarrón, puede causarle un daño renal severo e incluso la muerte. Acorde al portal web citado, el 75% de dueños de gatos envenenados por esta flor, desconocían el grave efecto que provocaban en ellos.

Las amapolas

Habituales en ramos, tienen propiedades calmantes y sedantes y pueden causar problemas digestivos y nerviosos, como letargo, temblores o ceguera.

La hortensia

El efecto en el felino no es muy grave, pero sí que sufrirá molestias gastrointestinales como vómitos, diarreas, dolor en la zona abdominal y malestar general.

El poto

Si un gato muerde una de sus hojas, puede que sus labios y su lengua se irriten y le quemen, puede tener también dificultades para tragar y vómitos.

La montsera

Causa problemas similares a los del poto, aunque los efectos se podrían agravar hasta la dificultad respiratoria.

Los tulipanes

Compuestos por alcaloides y glucósidos, causarán vómitos y diarrea a la mascota.

El eucalipto

Es una de las plantas que más efectos dañinos causa: excesiva salivación, diarrea y vómitos, dilatación de los ojos, respiración demasiado rápida, debilidad y depresión, pérdida del apetito y convulsiones.

La planta de Navidad

Basta que los gatos se rocen con ella para que se les irrite la piel y tengan problemas en los ojos.

La mejor alternativa por la que podemos optar si queremos combinar gato-plantas, es que sean artificiales. En el caso de que la preferencia sea natural, habrá que optar por el bambú, el cactus cebra, el helecho o plantas aromáticas: valeriana, menta, tomillo, romero y poleo. También son recomendables la cinta, la malamadre, la caletea, el helecho, el aloe vera, la palma amarilla o la palmera cola de caballo.