Tres décadas después del controvertido romance entre el rey Juan Carlos y Bárbara Rey, este miércoles se han revelado fotografías inéditas del emérito junto a quien fuera su amante, evidenciando así que las palabras de la exvedette siempre han sido ciertas. La revista neerlandesa Privé ha sido la encargada de compartir las imágenes del padre del actual rey Felipe VI junto a la conocida actriz.
Las fotos, tomadas en mayo de 1994, muestran a la pareja en una actitud relajada en casa de la artista, intercambiando apasionados besos y abrazos. Este material, que durante años circuló por las redacciones de la prensa española sin ser publicado hasta ahora, cuando Ángel Cristo Jr., hijo de Bárbara Rey, las ha vendido al medio neerlandés y; además, explica sus razones en el interior de la revista.
“Con estas fotos, el rey Juan Carlos fue chantajeado por una de sus muchas amantes, la estrella de televisión Bárbara Rey. Ella usó a su hijo, Ángel Cristo Jr., que entonces tenía 13 años, para tomar las fotografías en secreto. Le hizo ganar mucho dinero y por venganza hacia su madre y para desmentir sus palabras, Ángel ha contado esta impactante historia”, se lee en el artículo de Privé.
Estas palabras no han tardado en provocar la furia de Bárbara Rey, y en cuanto Espejo Público ha contactado con ella esta mañana, ha cargado duramente contra él: “Solo demuestra quién es mi hijo, cómo es y cómo ha sido toda la vida”. Sin embargo, en un principio desconocía de donde había surgido todo el revuelo y cuando el reportero ha querido conocer qué opinaba de lo sucedido, ella le ha asegurado que “no” había visto “nada”.
En cuanto el periodista le ha comunicado lo ocurrido, Rey ha permanecido en silencio durante unos segundos y después ha dicho: “No voy a hablar nada al respecto, lo consultaré con mi abogada”. El reportero ha seguido insistiendo y le ha preguntado sobre si era conocedora de la publicación de las imágenes: “¿Yo? ¿Qué voy a saber? Me he quedado, en fin...”, y ha vuelto a permanecer en silencio durante unos segundos.
Bárbara Rey ha seguido lamentándose por la relación con su hijo y ha insistido en que “no sabía que podía llegar a este extremo”. Y ha vuelto a reiterar que no se iba a pronunciar sobre el asunto, para después finalizar diciendo: “Solo demuestra quién es mi hijo, cómo es y cómo ha sido toda la vida”.
Una relación irreparable
El pasado mes de junio, Ángel Cristo Jr. se sentó en el plató de ¡De Viernes! para contar todos los secretos de su complicada infancia de la mano de su padre y su madre. Durante la entrevista, el joven aseguró que la reconciliación entre ellos parece imposible. “La relación está rota para siempre, yo la podría perdonar, pero la quiero lejos de mí, yo tengo mi vida y que ella haga la suya”, afirmó Ángel, señalando que el problema principal de su distanciamiento es su hija, fruto de una relación anterior.
Recordó que su madre no se preocupó por buscar un abogado adecuado durante su divorcio y lo manipuló en un momento de vulnerabilidad. “Ella no se molestó en buscar un abogado adecuado para que revisara lo que yo estaba firmando. En ese momento, yo estaba en una depresión y confié ciegamente en ella”.
La situación se agravó cuando Ángel Cristo Jr. necesitaba el apoyo de Bárbara Rey durante su turbia separación. Según explicó, su madre y su hermana se veían con su hija a sus espaldas. “Necesitaba saber de mi hija, llamaba a mi madre todos los días para que contactase con mi exmujer y me permitiera ver a mi niña. Después descubrí que ella y mi hermana se veían con mi hija a mis espaldas, algo que me dolió profundamente”, reveló. Este hecho marcó un profundo antes y después en su relación con la vedette.
Otra cuestión que trató Ángel Cristo Jr. en su paso por ¡De viernes! fue sobre su educación. Él afirmó que su madre nunca se preocupó por sus estudios, contradiciendo las declaraciones públicas de Bárbara Rey. “Con 23 años decidí irme a Estados Unidos huyendo de la prensa por todo lo que había tanto con mi padre como con mi madre”, contó. Aunque fue aceptado en una universidad y estaba aprovechando al máximo esta oportunidad, su madre nunca mostró interés. “Nuestras llamadas eran cada tres meses y solo vino a visitarme una vez a Boston para hacerse un reportaje. Por culpa de su adicción al juego no pude acabar mis estudios”, explicó, revelando otro episodio que deterioró aún más su relación con su madre.