El pasaporte para entrar a la UE cambia en noviembre: así funciona el nuevo sistema de entrada y salida

El nuevo documento digitalizado se aplicará tanto a los viajeros extracomunitarios que necesitan visado como a aquellos exentos de esta obligación, permitiendo un control más eficiente y fiable de los cruces fronterizos

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Pasajeros pasan junto a un cartel que les dirige a colas específicas para pasaportes de la UE y de fuera de la UE a su llegada al aeropuerto de Dublín, en Irlanda. 6 de septiembre de 2019. (REUTERS/Phil Noble)
Pasajeros pasan junto a un cartel que les dirige a colas específicas para pasaportes de la UE y de fuera de la UE a su llegada al aeropuerto de Dublín, en Irlanda. 6 de septiembre de 2019. (REUTERS/Phil Noble)

A partir del 10 noviembre los ciudadanos extracomunitarios que quieran viajar a la Unión Europea dirán adiós a los pasaportes tal y como los conocemos. Según ha confirmado la comisaria europea de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, la UE implementará un nuevo sistema conocido como Sistema de Entradas y Salidas (en sus siglas, SES) con el objetivo de mejorar la gestión de las fronteras exteriores del Espacio Schengen.

“Estamos en la fase final de pruebas. Ahora hay un verdadero impulso. Transportistas, operadores, estaciones de tren, aeropuertos, todo el mundo se está preparando para el gran día”, afirmó la comisaria sueca en unas declaraciones recogidas por Euronews.

Un nuevo sistema para mejorar la seguridad

Este sistema digitalizado registrará las entradas y salidas de los nacionales de terceros países que crucen las fronteras de la UE para estancias de corta duración, lo que sustituirá al actual método de sellado manual de pasaportes. Para obtenerlo, los ciudadanos extracomunitarios deberán proporcionar datos biométricos para crear su expediente individual en el SES o para realizar controles fronterizos.

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El SES almacenará datos de identidad, documentos de viaje y datos biométricos de los viajeros, los cuales serán accesibles a las autoridades fronterizas, las autoridades que expiden visados y las encargadas de supervisar el cumplimiento de las condiciones de entrada o residencia. Los datos se conservarán durante tres años para los viajeros que respeten las normas de estancia y durante cinco años para aquellos que las excedan. Además, las autoridades policiales designadas y Europol podrán solicitar acceso a estos datos para “prevenir, detectar e investigar delitos de terrorismo”.

Alerta a los países cuando se exceda el tiempo de estancia

Este nuevo pasaporte electrónico se aplicará tanto a los viajeros que necesitan visado como a aquellos exentos de esta obligación, permitiendo un control más eficiente y fiable de los cruces fronterizos. Además, el sistema calculará automáticamente la duración de la estancia autorizada y generará alertas para los Estados miembros cuando se exceda dicho periodo.

La arquitectura técnica del SES incluye un sistema central que gestiona una base de datos centralizada con información biométrica y alfanumérica, una interfaz nacional uniforme en cada país participante, y una infraestructura de comunicación segura y cifrada entre el sistema central del SES y las interfaces nacionales. También dispondrá de un archivo de datos para informes y estadísticas personalizables, y un servicio web para que los nacionales de terceros países puedan verificar el tiempo restante de su estancia autorizada.

La Agencia eu-LISA será responsable del desarrollo y funcionamiento del sistema, incluyendo la adaptación del VIS (sistema para el intercambio de datos sobre visados) para garantizar la interoperabilidad entre los sistemas centrales del SES y del VIS.

Excepciones para los visados de larga estancia

Los Estados miembros podrán continuar sellando los documentos de viaje de nacionales de terceros países si así lo dispone su legislación nacional, en el caso de que estos sean titulares de un permiso de residencia o de un visado de estancia de larga duración expedido por ese Estado miembro.

La UE adelanta que los Estados miembros podrán establecer programas nacionales de facilitación de entrada para nacionales de terceros países previamente escrutados y decidir el uso de tecnologías como servicios de autoservicio, puertas automáticas y sistemas automatizados de control fronterizo, siempre que se garantice un nivel adecuado de seguridad y supervisión.

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