Un médico en prácticas puso mal la epidural a una mujer y le dejó una discapacidad del 98%: “Se encuentra en estado vegetativo”

Su cerebro estuvo sin oxígeno durante 14 minutos y ahora permanece en coma artificial

Guardar
Imagen de archivo de una cama del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. (Alejandro Martínez Vélez / Europa Press)
Imagen de archivo de una cama del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. (Alejandro Martínez Vélez / Europa Press)

En agosto de 2019, Lucy B., una mujer de 40 años y madre de dos hijos, ingresó en el hospital Simone-Veil de Eaubonne en la región de Val-d’Oise (Francia) para dar a luz. La mujer, tras recibir una epidural administrada por un anestesiólogo en formación, sufrió convulsiones y su corazón se detuvo durante varios minutos. Aunque los médicos lograron salvar al bebé y reanimar a Lucy B., su cerebro estuvo sin oxígeno durante 14 minutos, lo que le dejó con un 98% de discapacidad de por vida y en coma artificial.

El incidente ocurrió alrededor de las 2 de la madrugada, cuando Lucy B. solicitó una epidural debido al dolor que experimentaba. Según el protocolo, se le administró una dosis de prueba para evaluar su reacción antes de la dosis final. Sin embargo, el anestesiólogo en formación no esperó los 20 minutos necesarios entre ambas dosis, lo que resultó en convulsiones y dificultades respiratorias para la paciente. La abogada de la familia, Yacine Djellal, explicó que la perforación de la duramadre, una membrana protectora del cerebro y la médula espinal, permitió que el líquido subiera al cerebro, causando el daño irreversible, tal y como señala en declaraciones el medio francés BFM TV.

Un panel de expertos revisó el caso judicialmente en la actualidad y concluyó que el error del aprendiz contribuyó al 100% al daño sufrido por Lucy B. Además, se cuestionó por qué el aprendiz estaba solo sin la supervisión de un profesional experimentado durante la intervención. Según Djellal, un médico en prácticas siempre debe trabajar bajo la supervisión de otro y no actuar de forma autónoma.

La dirección del hospital emitió un comunicado explicando que el estatus de aprendiz asociado es común en los hospitales y se refiere a médicos extranjeros graduados en sus países de origen. Estos aprendices pueden realizar procedimientos como epidurales bajo la responsabilidad de un médico senior, como fue el caso la noche del incidente. El aprendiz en cuestión dejó el hospital en noviembre de 2019 tras completar su formación, sin haber causado otras dificultades durante su estancia de 10 meses.

Una indemnización para la familia

Una mujer embarazada (Imagen Ilustrativa Infobae)
Una mujer embarazada (Imagen Ilustrativa Infobae)

El caso fue llevado ante el juzgado de lo contencioso-administrativo y la Comisión de Conciliación e Indemnización por Accidentes Médicos de Île-de-France concluyó que la familia debía ser indemnizada por el hospital. Sin embargo, según Djellal, el hospital se ha negado a considerarse responsable y no ha ofrecido ninguna indemnización, ni siquiera simbólica. En su comunicado, el hospital expresó su compasión por Lucy B. y su familia y reafirmó su compromiso de garantizar que se esclarezca la situación y que la familia sea indemnizada de acuerdo con los daños sufridos, evaluados por las autoridades competentes.

Más recientemente, la familia de la víctima presentó una denuncia ante la fiscalía de Pontoise. Djellal afirmó que el hospital se ha negado a proporcionarle los documentos solicitados, como el acuerdo de prácticas y el horario de guardia del becario. Este horario permitiría conocer la actividad del aprendiz antes del nacimiento y determinar si estaba cansado o carecía de experiencia, lo que podría haber contribuido a no respetar el protocolo.

Ana Isabel, de 49 años, es una de las víctimas más jóvenes de la talidomida. Supuestamente, en España, este medicamento dejo de comercializarse en 1965, nueve años antes de que naciera Ana Isabel
Guardar