Qué pasó con ‘Mi Gitana’, la mansión de Julián Muñoz e Isabel Pantoja en Marbella: valor de más de 2 millones y 3.500 m² de terreno

El terreno, ubicado en la urbanización marbellí de La Pera, propiedad de Isabel Pantoja y el difunto Julián Muñoz, se encuentra en pleno proceso de edificación de viviendas de lujo, llevado a cabo por la empresa Constructora Alquimia. La tonadillera se deshizo de su mansión apodada como Mi Gitana en 2015, en una venta que levantó muchas sospechas, tanto por las condiciones de venta como por la identidad del comprador británico —que, a día de hoy, sigue sin saberse con certeza—. Los altos muros que rodeaban la propiedad impedían ver la magnitud del terreno, que alcanza los 3.500 metros cuadrados de superficie.

Hay que ir hacia atrás en el tiempo, concretamente al año 2015. En aquella época, Isabel Pantoja estaba siendo investigada junto a su pareja sentimental, Julián Muñoz, en la operación Malaya, por la que fueron condenados por delitos de blanqueo de capitales, prevaricación (por la condición de alcalde de Muñoz) y delitos de fraude. Ambos se enfrentaron a penas de prisión; ella estuvo año y medio en la cárcel, mientras que las penas que le imputaron a él, alcanzaban los 20 años. Sin embargo, el exalcalde de Marbella obtuvo el tercer grado en 2016 debido a un cáncer de pulmón que padecía, enfermedad por la que ha muerto hoy, 24 de septiembre de 2024.

Dicho todo esto, en 2015, la tonadillera, a través de su hermano Agustín Pantoja, puso en venta su casa por un valor de casi 4 millones de euros. Sin embargo, al no obtener propuestas de compra por el precio inicial, decidieron aceptar los 2,2 millones de euros en metálico, que ofreció la sociedad española Grand Fashion Banús SL. Aunque la compra se hizo por medio de una sociedad española para “obtener beneficios fiscales a la hora de contratar personal”, esta última está a su vez registrada a nombre de una sociedad extranjera llamada Millennium Business Development Ltd, la cual opera en un paraíso opaco que depende del imperio británico: la isla de Jersey, situada en el canal de la Mancha.

Alejandro de Luna, representante del comprador británico, aseguró que en la compraventa “se hizo todo legal”. El administrador de la finca explicó que fue contratado para investigar si la casa tenía alguna hipoteca, deudas o embargos, es decir, que no hubiese irregularidades. “Cuando se comprobó que todo estaba en orden, el empresario decide comprar. Y lo quiere hacer a través de una sociedad, que es como se hace en su país, con todas las gestiones empresariales que realiza”, matizó de Luna.

Poco o nada se sabe del magnate británico, actual propietario de los terrenos de Mi Gitana. Sus representantes explicaron que el empresario decidió apostar por la casa porque le gustaba Marbella, y no porque supiese quién era el entonces dueño. “Vio que se encontraba en una urbanización muy tranquila, privada y con bastante seguridad y eso le hizo decidirse. También el precio. La ha comprado con la intención de demolerla y aún no sabe si hará una o dos casas para habitarla o bien para fines empresariales”, explicó Alejandro de Luna, confirmando los trabajos de las excavadoras y la presencia de andamios en el interior de la vivienda.

La etapa de Mi Gitana en la vida de Isabel Pantoja parece que aún no ha terminado. Recientemente, se han descubierto irregularidades por parte de la cantante en el proceso de venta, por las cuales, la sevillana podría enfrentarse a delitos de estafa, apropiación indebida o alzamiento de bienes.