El ascenso de las temperaturas debido al cambio climático en las costas españolas y la falta de depredadores naturales están aumentando la presencia de ejemplares peligrosos como medusas o tiburones en las costas gallegas y catalanas. Solo en Cataluña se han registrado 7.469 picaduras de medusas durante ente verano, un 40% más que el año anterior.
Los países vecinos, como Francia y Gran Bretaña, grandes emisores de turistas, no han tardado en hacerse eco de estas noticias y han aventurado que pronto no será posible bañarse en las playas españolas. De los 10,8 millones de turistas extranjeros que se han recibido en España durante el mes de julio de 2024, dos millones eran del Reino Unido, siendo España para los ingleses el destino favorito, seguido por los 1,6 millones de franceses, según los últimos datos del INE.
En concreto, los medios galos SciencePost y Geo, han publicado recientemente artículos que han sido titulados de la siguiente manera: “Por qué en el futuro ya no será posible bañarse en España” o “Descubre por qué pronto ya no podrás nadar en España”.
Ambos medios de comunicación citaban las declaraciones de la investigadora del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, Macarena Marambio, sobre las medusas, publicados pero el medio inglés The Guardian.
Titulares engañosos
La propia investigadora asegura que, aunque las explicaciones sobre el aumento de las medusas no se han sacado de contexto, los titulares no le parecen adecuados. “Claramente en ningún momento se ha dicho que esto va a ir en aumento tan exponencial que vaya a llegar a un punto en que no se vaya a poder hacer uso de las playas, ni en la Costa Brava ni en el resto de España”, declaraba Macarena a 20 minutos.
Marambio ha explicado que las medusas son organismos cíclicos, es decir, que sus grandes proliferaciones no tienen un crecimiento continuo, sino años de grandes abundancias y luego otros de poca. Lo que sí se ha comprobado es que el periodo entre esos ciclos ahora es mucho menor con muchas especies de medusas.
“Antes podían ser 10 o 12 años entre ciclos abundantes, dependiendo de la especie, y ahora se ve que puede que tengamos tres años de grandes proliferaciones y un año de baja cantidad de medusas... y así sucesivamente”, ha explicado la investigadora. “Sobre todo en especies como rhizostoma y cotylorhiza, que en estado adulto salen a la superficie y ese periodo se ha alargado”, añadía.
¿Será inviable el baño?
La investigadora ha confirmado que el aumento de la temperatura del agua ha favorecido los ciclos reproductivos y acelerado el metabolismo de las medusas: “Está permitiendo que estas especies tengan más de una reproducción asexual (estrobilación) en el fondo del mar, la época en que no las vemos”.
“Los científicos se ciñen a describir lo se está viendo en los últimos años hasta hoy”, respondía Marambio tras la insistencia de la pregunta de si será inviable el baño en las costas españolas. “Esto no quiere decir que vaya a ser continuo y exponencial”, ha explicado la investigadora.
“A medida que vayan sucediendo los cambios, iremos viendo cómo se va adaptando todo, cómo las especies del resto del ecosistema se van reubicando según el rol que vayan asumiendo”, ha sentenciado Macarena.
La convivencia entre bañistas y medusas
¿Ven los expertos posible la convivencia entre los seres humanos y las medusas? La experta ha respondido que sí, sin olvidar la importancia de que son las medusas las que viven ahí y somos nosotros los que acudimos al mar, ya sea por los recursos que ofrece como las diferentes actividades recreativas.
“Precisamente en España, con las campañas de prevención y de información que hay, está bastante bien organizado el sistema de convivencia”, destaca Marambio. “En Cataluña sobre todo, hay una red estructurada, con gente formada que conoce las especies y son capaces de hacer campañas preventivas o cambiar las banderas si lo ven necesario”, ha especificado la investigadora.
“Saben cuáles son las especies urticantes, las que no lo son y los protocolos que hay que aplicar. Y eso permite la convivencia, no solo con las medusas, con otros organismos también”, ha aclarado Macarena.
La carabela portuguesa en Cataluña
La investigadora del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, ha considerado que los medios galos han pecado de “alarmistas”, al repasar el episodio de la aparición de un ejemplar de carabela portuguesa en Tamarit y Altafulla (Tarragona). “En realidad fue un individuo, un ejemplar, lo que no indica que de ahora en adelante vayamos a tener carabela portuguesa en la costa catalana, para nada”, ha asegurado Marambio.
La bandera roja se puso, en esa playa y en la de al lado, al no existir un protocolo específico para actuar con la mayor precaución posible. “Tampoco sabemos por qué este único ejemplar alcanzó la palaya por primera vez”, ha dicho Marambio.
“En otras zonas de España, como el Cantábrico, con un solo ejemplar de carabela portuguesa no se pone la bandera roja”, ha especificado Macarena. “Se hizo para que la gente entendiera lo que estaba pasando”, ha añadido.