El Ministerio de Economía ha actualizado este martes el escenario macroeconómico hasta 2026 debido a la última revisión del INE de la Contabilidad Nacional y a la nueva información de coyuntura disponible. Los nuevos datos del instituto estadístico reflejan un crecimiento del PIB en los años 2021, 2022 y 2023 superior al medido anteriormente y conlleva un punto de partida mejor para la evolución del PIB en 2024 y en años posteriores.
En consecuencia, el Gobierno eleva tres décimas la previsión de crecimiento del PIB para 2024, hasta el 2,7%, igual que en 2023 y en línea con las revisiones al alza que han llevado a cabo los organismos nacionales e internacionales en los últimos meses. Asimismo, el Ejecutivo considera que este mayor dinamismo se mantendrá en los próximos años, por lo que ha publicado una corrección al alza de dos décimas en la previsión de crecimiento en cada uno de ellos, hasta el 2,4% en 2025 y el 2,2% en 2026. Estas cifras están por encima del crecimiento potencial de la economía española estimado hasta ahora por organismos como el Banco de España, que lo sitúa en un 1,8% por el impacto positivo de la inmigración en el factor trabajo.
Según el ministerio, España seguirá siendo “una de las economías más dinámicas de la zona euro”, con un crecimiento superior al de los principales países. Además, estima que el crecimiento será “equilibrado” entre la demanda interna y la externa gracias al dinamismo del empleo, la evolución del consumo y de la inversión empresarial, así como la fortaleza del sector exterior, especialmente de las exportaciones.
En concreto, el Gobierno prevé tasas de crecimiento del consumo privado en el entorno del 2% a lo largo de todo el periodo, convirtiéndose este componente en el motor del crecimiento ante el mayor agotamiento del sector exterior. “El mercado laboral permitirá crear alrededor de 500.000 empleos al año y superar los 22 millones de ocupados el próximo año”, señala el ministerio, a la vez que sitúa la tasa de paro por debajo del 10% en 2026 (en el 9,7%).
Se prevé que este crecimiento de la ocupación vaya acompañado de una mejora de la productividad por hora y de un aumento de la remuneración por asalariado que permita recuperar poder adquisitivo. Economía estima que la remuneración por asalariado crecerá un 4% en 2024, mientras que el IPC lo hará en un 2,9% y también se situaría por encima de la inflación el crecimiento de los salarios en 2025 y 2026, con un avance del 3,1% y del 2,6%, respectivamente. La inversión se revisa también al alza por “el impulso y aportación positiva del Plan de Recuperación”.
El plan fiscal estructural se conocerá el 15 de octubre
Este nuevo escenario macroeconómico será el que el Gobierno utilice para elaborar el plan fiscal estructural que España enviará a Bruselas el próximo 15 de octubre. El plan, que deberá contemplar un escenario a cuatro o siete años, detallará las acciones que España llevará a cabo para cumplir los criterios de déficit y deuda que exige la Comisión Europa y el mayor crecimiento económico supondrá un ajuste fiscal menor al medirse estas magnitudes respecto al PIB.
Una implicación de la mayor fortaleza de la economía española es que desciende la ratio de deuda pública, que se había situado ya en 2023 en el 105% frente al 107,7% estimado anteriormente. Esto supone cumplir el año pasado con el objetivo para este año y un punto de partida mejor para la reducción de la deuda anualmente que exigen las nuevas reglas fiscales. El Gobierno mantiene su senda de reducción del déficit, alcanzando el 3% en 2024 y llegando a un 1,8% en 2027.