La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha reclamado este martes al Ministerio del Interior que paralice las expulsiones de las personas saharauis que se encuentran retenidas en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas desde hace varios días, entre ellas familias con menores. La organización pide al Gobierno que autorice su entrada a territorio español por razones humanitarias, “un instrumento legal que permitiría estudiar cada caso en profundidad y de forma individualizada”.
CEAR asegura que la expulsión de estas personas y su entrega a Marruecos, país que ocupó el Sáhara Occidental en 1975 y a día de hoy controla la mayor parte de ese territorio, podría poner en “grave riesgo” sus derechos y sus vidas, por lo que considera que las solicitudes de asilo que están todavía en trámite “deben ser valoradas bajo el criterio de prudencia y admitidas para su estudio con detenimiento”.
La organización también ha destacado que todas estas personas provienen de territorios ocupados y, por tanto, sus solicitudes de apatridia se deben estudiar “de forma pormenorizada, no siendo posible en los breves plazos del procedimiento en frontera”.
En este sentido, CEAR ha reclamado que aquellas solicitudes de protección internacional que se considere que no cumplen con los requisitos para ser admitidas a trámite, sean autorizadas por razones humanitarias, atendiendo a las recomendaciones del Defensor del Pueblo y ACNUR.
Intérpretes de hassanía
Por último, ha recordado que las autoridades españolas deben garantizar en las instalaciones aeroportuarias la presencia de intérpretes de hassanía, el dialecto árabe que emplean la mayoría de saharauis, tal y como también ha recomendado el Defensor del Pueblo. Así, ha añadido que este requisito es “imprescindible” para poder obtener una valoración adecuada de los expedientes y ha denunciado que se está “incumpliendo” en “muchas ocasiones”.
“El Gobierno español tiene a su alcance herramientas legales para garantizar los derechos y las vidas de estas personas. Es una cuestión de voluntad política con un pueblo perseguido con el que tenemos una deuda histórica”, ha afirmado el director de CEAR, Mauricio Valiente.
Fuentes del Ministerio del Interior consultadas por Europa Press han elevado a once el número de solicitantes de asilo que han rechazado el desayuno este martes en señal de protesta, aunque ninguno ha precisado atención sanitaria.
Medio siglo de conflicto
Cabe recordar que el Sáhara Occidental fue una colonia española desde mediados del siglo XIX y llegó a ser una provincia más, la número 53, entre 1958 y 1975, año en el que España se retiró del territorio sin haber convocado un referéndum de independencia. Desde entonces, y ya son casi 50 años, es objeto de disputa entre Marruecos, que lo ocupó, y el Frente Polisario, que reclama su independencia con el apoyo de Argelia.
Aunque durante muchos años España defendió las resoluciones de la ONU para la celebración de un referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental, en 2022 el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, envió una carta al rey Mohamed VI en la que apoyaba el proyecto marroquí de autonomía para este territorio, sumándose así al respaldo de Estados Unidos. Ese cambio de postura fue calificado por el Frente Polisario de “traición”.
El Sáhara Occidental, con 1.100 kilómetros de costa atlántica, es un territorio rico en recursos naturales y posee una de las minas de fosfatos más grandes del mundo, además de importantes bancos de pesca y yacimientos de petróleo. Es además el único territorio del continente africano cuyo estatuto post-colonial no ha sido solucionado.