El trabajador francés llegó a su comercio en la región de La Roquette-sur-Siagne (Alpes Marítimos) el viernes por la mañana, como cualquier otro día, para comenzar con su jornada laboral, pero, desde entonces, no ha podido trabajar. No se encontró una plaga de ratones o insectos, sino un corte total de electricidad. Según Amoros, EDF, Électricité de France, cometió un error contable y se olvidó de facturarle parte del consumo durante un año, haciendo que la panadería se quedase sin suministro eléctrico.
No es la primera vez que este panadero galo tiene problemas con la empresa multinacional francesa de servicios eléctricos, ya que el pasado julio EDF le reclamó más de 23.000 euros tras un error de facturación, exigiéndole el pago en un único plazo. “Pedí un plan de pago a plazos de 2.000 euros al mes y me dijeron que harían lo necesario: ‘no te preocupes, no te cortarán nada porque pagas todos los meses’”, explicó Thierry Amoros en declaraciones a una televisión francesa. Sin embargo, el plan de pago fue rechazado por la empresa sin ninguna explicación.
Grandes pérdidas económicas
El corte de suministro de electricidad ha supuesto que las cámaras frigoríficas y congeladores de su negocio ya no funcionen, haciendo que la mercancía de su interior -que tiene un valor de 3.000 euros- “se vaya a la basura”. Además de las pérdidas económicas generadas por el deterioro de los productos alimenticios, esta panadería debe hacer frente a una falta de actividad, que provoca aún más perjuicios económicos. «Hemos perdido 1.500 euros con respecto a lo habitual, lo que es mucho para un día», dice Cécile Richard, empleada de la panadería, mientras cuenta el dinero que contiene su caja.
Tan complicada es la situación que están viviendo Thierry y sus empleados, que no disponen electricidad ni para calentar bebidas calientes, como cafés, uno de los productos más consumidos por la clientela de la panadería. Con tal de revertir la situación, el propietario ha decidido cambiar de proveedor.
La versión de la compañía
Por su parte, EDF se ha limitado a lamentar la situación que está afrontando un excliente suyo. En un evidente intento de lavarse las manos, declararon que la empresa “habría vuelto a conectar la electricidad por la noche si hubiera seguido siendo cliente suyo”.
Aunque Thierry Amoros haya cambiado de proveedor eléctrico, las deudas que mantiene por error con su antiguo suministrador siguen existiendo. Si no consigue solucionar esta situación lo antes posible, afectará enormemente a la recuperación de la normalidad en su negocio. El sentido común, en este caso, sería que la empresa eléctrica fuese quien se hiciese cargo de su propio error y anulase las deudas del panadero, pero parece que no están por la labor. Estas graves deudas económicas pueden ser un lastre para el negocio, que quizás puede verse obligado a la rescisión de los contratos de sus trabajadores o, en el peor de los casos, a la quiebra y cierre del negocio local.