Obligada a quitarse el sujetador para entrar en la cárcel, una abogada gana el juicio al Estado francés: “Me tuve que desvestir en el parking”

La letrada ha concedido una entrevista al medio francés ‘Libération’ para relatar su experiencia

Guardar

Nuevo

Imagen de archivo de una prisión (Pexels)
Imagen de archivo de una prisión (Pexels)

Stella Bsseuil recuerda el día que comenzó todo. El 25 de agosto de 2020, la letrada acudió a la cárcel de Seysses, cercana a Toulouse (sur), para reunirse con un cliente. Al pasar el control de seguridad, saltó la alarma. Ese sonido dio pie a una batalla legal que, cuatro años después, ha terminado a su favor: la justicia ha condenado al Estado francés por obligar a la mujer a deshacerse de su sujetador para entrar en la prisión.

Fueron los vigilantes de seguridad los que insistieron en que se cumpliese esta medida extrema, según ha relatado Stella Bisseuil en una entrevista con Libération. El sostén tenía algunas piezas metálicas, lo que hizo saltar las alertas y motivó la petición de los agentes. “No había un lugar donde cambiarse. El guardia me dijo: ‘mientras suene, no podrá entrar’”, ha contado la abogada.

Tras intentar razonar con la directora de la prisión y agotar todos los recursos, la abogada tuvo que quitarse el sujetador en el aparcamiento, donde había cámaras de vigilancia, una situación que describió como degradante y violatoria de su dignidad profesional. Bisseuil accedió a la cárcel y prosiguió con su jornada, pero el evento no quedó ahí. Después de varios intercambios con la administración de la cárcel, quienes defendieron que solo cumplían la ley, llevó el caso al tribunal administrativo de Montpellier.

Cuatro años de juzgados

Un primer fallo del 25 de octubre de 2022 favoreció a las autoridades penitenciarias, pero eso no le paró: recurrió la sentencia a instancias superiores y continuó luchando por sus derechos. “Pensé que era necesario mostrar que existe un Estado de derecho”, afirmó a Libération.

Bisseuil sostenía que la violación de su derecho a la dignidad merecía ser corregida y acudió nuevamente a la justicia. En su defensa, sacó a la luz una normativa de prisiones que que permite realizar una revisión manual cuando se trata de un abogado, médico u otro visitante cuyo detector emita una alarma. Los guardias de la prisión afirmaron que ella misma rechazó el detector manual, pero la versión de Bisseuil y los vídeos de las cámaras de seguridad del incidente demostraron lo contrario. Finalmente, el Tribunal Administrativo de Apelaciones de Toulouse falló a su favor el pasado 17 de septiembre. En la sentencia, reconocea ilegalidad de los hechos y confirma la violación a sus derechos profesionales.

Para la letrada, este fallo no solo representa una victoria personal, sino también una importante señal para sus colegas que han enfrentado situaciones similares. No sólo para las mujeres, “también puede afectar a hombres con una prótesis o cualquier elemento metálico que no se pueda quitar”, dijo Bisseuil. El fallo podría tener repercusiones tanto para los abogados como para los prisioneros. La abogada espera que la administración penitenciaria implemente detectores de metales manuales, similares a los utilizados en aeropuertos, para evitar futuros maltratos.

Stella Bisseuil espera que el resultado de su lucha inspire a otros a defender sus derechos en situaciones similares y que las autoridades adopten las medidas adecuadas para prevenir futuras injusticias.

Guardar

Nuevo