El rey Federico de Dinamarca ha sido objeto de críticas por abandonar su país mientras su madre, la reina Margarita, estaba hospitalizada tras sufrir una caída. Pese a que la corona danesa solo informó de que el monarca se encontraba realizando una “estancia privada en el extranjero”, ahora se ha conocido el destino al que ha viajado y con quién ha estado.
El diario alemán Siegener Zeitung ha desvelado que Federico estuvo disfrutando de un evento automovilístico en Alemania junto a su primo, el príncipe Gustav Sayn-Wittgenstein, y la esposa de este, la escritora Carina Axelsson.
Según el citado medio, el monarca asistió a la prestigiosa carrera Röhrl Klassik, donde se exhiben 150 coches Porsche en un recorrido de 730 kilómetros. Allí, Federico fue fotografiado junto a su primo y la leyenda del automovilismo Walter Röhrl.
Federico y Gustav disfrutaron del evento en el castillo de Bad Berleburg. Esta histórica finca ubicada en Renania del Norte-Westfalia cuenta con 3.000 hectáreas de extensión y durante siglos ha estado muy vinculada a la familia real danesa, que desde el siglo XIII ha celebrado allí numerosas bodas algunos de sus momentos privados más importantes.
La decisión de Federico de viajar en un momento complicado para su madre ha generado sorpresa y críticas. No obstante, el rey aseguró que la reina Margarita estaba en “muy buenas manos” y que su situación no era tan grave como se pensaba, aunque tuvo que ser escayolada e inmovilizada.
Lo cierto es que Federico y su primo Gustav mantienen una relación muy cercana y, además de asistir al evento automovilístico, es probable que el rey de Dinamarca haya aprovechado este viaje privado a Alemania para conocer a la segunda hija de Gustav y Carina, nacida en abril mediante gestación subrogada en Estados Unidos. La pequeña es la sexta nieta de Benedicta de Dinamarca y hermana de Gustav Albrecht, el primer hijo de la pareja, nacido 11 meses antes a través del mismo procedimiento.
Margarita recibe el alta
La tarde del pasado miércoles 18 de septiembre, la reina Margarita ingresaba de urgencia tras sufrir una caída en el Castillo de Ferdensborg, situado en el noreste del país. Tras pasar 48 horas en el Rigshospitalet de Copenhague, la exmonarca recibía el alta médica el viernes.
Según ha informado la casa real danesa, la madre del rey Federico tendrá que usar un collarín durante los próximos meses debido a que la “desafortunada” caída le ha provocado “daños en las vértebras del cuello”. Asimismo, llevará también una escayola en la mano izquierda a causa de una fractura.
Pese a ello, ha indicado que “está de buen humor” y se encuentra “bien”, si bien “estará de baja durante un periodo más largo”. “Esto también significa que la presencia de la reina en varios eventos será cancelada”, ha dicho la institución, sin especificar cuántos o cuáles.
La última aparición pública de la monarca tuvo lugar el lunes, cuando asistió a un evento en el Museo Karen Blixen, conocido también como Rungstedlund. A pesar de que la reina anunció su abdicación el pasado mes de diciembre durante su discurso de Año Nuevo alegando motivos de salud, sigue desempeñando algunas de sus funciones oficiales.