Cae una red que distribuía marihuana desde Girona: castigos físicos a los “desleales” y un crematorio para eliminar cualquier rastro

Girona y Valencia han sido algunas de las ciudades donde se han realizado los registros que han llevado a las detenciones tras más de dos años recabando información sobre la organización criminal

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Desarticulada una violenta organización criminal. Se han llevado a cabo un total de 34 registros y se han detenido a 16 personas, entre los que se encuentra el líder de la organización, considerado por Europol como un objetivo de alta valor (Policía Nacional/EUROPOL)

La Policía Nacional ha participado en una operación internacional a gran escala en la que ha llevado a cabo 34 registros en España y Letonia. Además, se ha detenido a 16 personas, seis de ellas de nacionalidad española, para desarticular una organización criminal de origen letón que tenía en la ciudad de Girona, un centro de producción de estupefacientes.

En la operación también se ha detenido al líder de la organización, considerado por la EUROPOL como “un objetivo de alto valor”. El cuerpo de policía también ha informado de que se han intervenido 110.000 euros en efectivo, 13 kilos de cannabis y 4 vehículos de alta gama. Además, también se han embargado varias propiedades inmobiliarias con un valor de 800.000 euros.

Dos años desde el inicio de la investigación

El origen del caso se dio en 2022, cuando la Policía Nacional recibió información de EUROPOL con la que se identificó a un grupo criminal que realizaba sus operaciones en la ciudad catalana, “desde donde llevaría años traficando con grandes cantidades de marihuana desde España, convirtiéndose en uno de los principales proveedores de cannabis de los países bálticos y escandinavos”.

De este modo, se inició una colaboración con otros cuerpos de policía de otros países para lograr identificar “la estructura, actividades delictivas y conexiones internacionales de una organización de nacionalidad letona que llevaba años desarrollando una actividad delictiva y violenta y que afectaba a múltiples países europeos”.

De este modo, tras recabar toda la información necesaria procedieron a acometer la “fase de explotación de la operación”: 34 registros, nueve en España -en Girona y Valencia-, y la intervención de varios bienes materiales blanqueados y estupefacientes. En las ciudades españolas, se intervinieron también armas de guerra, pistolas eléctricas, seis máscaras de gas, tres chalecos antibalas de origen militar, detectores de radio frecuencia, dispositivos GPS, indumentaria de fuerzas y cuerpos de seguridad, y multitud de documentación falsa.

Castigos físicos a los “desleales” y un crematorio para la “destrucción de pruebas”

Algunos de los aspectos que se descubrieron en esos dos años es que los líderes de dicha organización residían en España, desde donde organizaban todas las operaciones y además aseguraban el mantenimiento de la red criminal, caracterizada por una fuerte jerarquía. “habían desarrollado una comunicación interna basada en teléfonos encriptados, uso de dispositivos electrónicos de contravigilancia y seguridad personal, y uso de criptomonedas como medio de pago”, informan desde la Policía Nacional.

Uno de ellos, Napoleón, que se encargaba de cerrar las operaciones, “se caracterizaba por su fuerte liderazgo y crueldad, llegando a emplear incluso el castigo físico con la gente que él considera desleal”. Acompañado siempre por tres guardaespaldas, se movía siempre en furgoneta y siempre adoptaba todas las medidas de seguridad posibles.

Además, los equipos de investigación descubrieron los violentos métodos que la organización empleaba también “contra la gente externa a ésta, incluidos otros traficantes”. Esta violencia, explican desde la Policía Nacional, llevó a la organización “a adquirir un crematorio industrial de mascotas para la destrucción de pruebas de sus actividades delictivas”.

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