El río europeo donde varios barcos de guerra alemanes hundidos emergen por las sequías

Muchos de estas embarcaciones todavía contienen explosivos sin detonar, lo que representa un serio peligro para la navegación y el transporte fluvial

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Un dron muestra un naufragio
Un dron muestra un naufragio en el río Danubio debido a una grave sequía cerca de Mohacs, Hungría, 10 de septiembre de 2024. REUTERS/Marton Monus

El río Danubio, uno de los cursos fluviales más importantes de Europa, experimentó niveles de agua excepcionalmente bajos debido a una prolongada sequía, durante el verano de 2023. Este fenómeno, causado por las altas temperaturas y la falta de precipitaciones durante los meses de julio y agosto, ha puesto en evidencia cómo el cambio climático afecta no solo al medio ambiente, sino también al patrimonio histórico sumergido en sus aguas. En Budapest, por ejemplo, el nivel del Danubio llegó a descender a solo 1,17 metros en septiembre, muy por debajo de los más de seis metros que puede alcanzar en épocas de caudal normal.

El impacto de esta bajada extrema ha sido revelador: en las orillas del río, en regiones de Serbia y Hungría, han emergido restos inquietantes de buques de guerra nazis que llevaban décadas sepultados bajo las aguas. Estos restos, que formaban parte de la flota del Mar Negro del Tercer Reich, son un recordatorio de los secretos históricos que permanecen ocultos bajo la superficie de los ríos europeos.

A medida que las aguas del Danubio descendían, en la pequeña ciudad de Prahovo, en Serbia, empezaron a emerger los restos de varios barcos nazis hundidos durante la Segunda Guerra Mundial. Estos buques fueron deliberadamente hundidos por las propias tropas alemanas, en 1944, mientras se retiraban ante el avance del ejército soviético. La agencia Reuters ha documentado este fenómeno, describiendo cómo algunos de estos barcos aún conservan partes clave de su estructura, como torretas, cubiertas de mando y mástiles rotos, mientras que otros se encuentran mayormente sepultados bajo bancos de arena.

Por su parte, en Mohács, Hungría, los lugareños también han sido testigos del resurgir de cuatro barcos nazis más, aunque estos no han sido completamente identificados. Este fenómeno no solo genera fascinación histórica, sino que también plantea serios riesgos, ya que muchos de los barcos todavía contienen explosivos sin detonar, lo que complica la navegación y la pesca en la región.

La región en la que se han hallado las embarcaciones, mucho antes del conflicto actual entre Ucrania y Rusia, ya era estratégica por su proximidad a rutas comerciales y posiciones clave. En ese entonces, el ejército nazi había establecido una considerable fuerza en el Mar Negro, compuesta por seis submarinos y protegida por decenas de barcos cazadores de submarinos, barcazas y embarcaciones armadas.

Amenaza para el medio ambiente

El propósito de hundir estos barcos por parte de los nazis era crear obstáculos para las fuerzas soviéticas y asegurar una retirada más controlada. Sin embargo, lo que se pensaba que serían restos inofensivos a largo plazo, ahora se han convertido en una amenaza tanto para la seguridad como para el medio ambiente de la región. Muchos de estos barcos todavía contienen explosivos sin detonar, lo que representa un serio peligro para la navegación y el transporte fluvial. En particular, estos restos limitan el espacio disponible para el tránsito de barcos comerciales y pesqueros en el Danubio, una vía de transporte clave para Europa central y oriental.

Además de los peligros para la navegación, los restos también suponen una amenaza ecológica significativa. Como explicó Velimir Trajilovic, un residente de Prahovo que ha estudiado y escrito sobre los barcos nazis en el Danubio, “la flotilla alemana dejó tras de sí un gran desastre ecológico”. El tiempo que han permanecido bajo el agua ha permitido que materiales tóxicos de los barcos y sus explosivos se filtren en las aguas, afectando el ecosistema fluvial. Esta contaminación pone en peligro no solo la biodiversidad local, sino también la salud de las comunidades que dependen del río para su sustento y agua.

Conscientes de esta problemática, las autoridades serbias han anunciado planes para desmantelar los barcos nazis emergidos en su territorio. Sin embargo, este proyecto es todo menos sencillo. El coste estimado para la remoción segura de estos buques se sitúa en alrededor de 30 millones de euros. El proceso implicará no solo la extracción física de los barcos, sino también la desactivación de los explosivos que aún contienen, lo que requiere personal especializado y equipamiento avanzado.

Operativo de Salvamento Marítimo y la Dirección General de la Marina Mercante para remolcar al buque Tenacia, a la deriva tras un incendio en la sala de máquinas (Salvamento Marítimo/X)
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